"El euro ha distanciado las economías europeas" // Loretta Napoleoni
Entrevista a Loretta Napoleoni, autora de Democracia en venta.
La economista italiana Loretta Napoleoni apuesta por que la Unión Europea se organice con un euro a dos velocidades, para sortear los desequilibrios generados por la creación de esa moneda. Es una de las reflexiones que hace en el libro Democracia en venta, que se presenta con el subtítulo Cómo la crisis económica ha derrotado la política.
Licenciada por la Escuela Superior de Estudios Internacionales de la Universitat Johns Hopkins, en Estados Unidos, ha trabajado en el Fondo Monetario Internacional, el Banco Nacional de Hungría, el Chase Manhattan Bank, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y ha sido consultora de la FAO.
Impulsa la web democraziavendesi.com a la que anima a aportar sus propuestas a los ciudadanos que quieran cambiar el actual estado de cosas social, político y económico.
La crisis económica ha derrotado la política, dice usted. ¿Es una victoria definitiva o reversible?
Hay una solución al problema de la democracia, pero hay que buscarlo fuera del sistema económico de la Europa unida. Hemos visto lo que ha pasado después del 2010, con la crisis económica, la depresión en los países del Mediterráneo, y me parece que tal y como está estructurada la Unión Europea y el euro no hay solución.
Si queremos buscar una solución tenemos que cambiar la estructura de los acuerdos de la Europa unida. Se puede hacer sólo con una voluntad política no sólo de un país sino de un grupo de países, y son los países mediterráneos que tienen la mayoría de los problemas.
¿Han perdido todas las democracias o solo las del Sur de Europa?
Las democracias del Sur son las que han perdido más. No podemos hablar de democracia con un desempleo tan elevado. Buscar un trabajo es un derecho humano. En una democracia ese derecho no se puede limitar a un porcentaje muy pequeño de la población. El problema del desempleo es central.
En el norte de Europa la situación no es tan mala, porque no hay un problema de desempleo tan elevado y los Gobiernos están más atentos a ayudar a la población para que busque trabajo, especialmente los jóvenes. Tenemos una generación sin trabajo, sin ningún tipo de seguridad. Los gobiernos del norte de Europa son más sensibles a lo que le pasa a la población. Los gobiernos del Sur no hicieron nada para cambiar decisiones tomadas en Bruselas.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha dicho que “hay que hacer Europa para los europeos no para los banqueros alemanes”. ¿Está de acuerdo?
Estoy de acuerdo pero creo que eso son solo palabras. Hay que ver lo que hará Matteo Renzi. El es un hombre innovador, pero su partido es el que nos ha conducido al euro. Y no creo que ese partido haya cambiado mucho. Hay una parte del partido que es más joven y quiere un cambio pero este cambio tiene que ser cultural y no me parece que vaya a haber un cambio cultural en Italia.
Hasta ahora Renzi habla sólo con Merkel. ¿Porqué? No tenemos esta Europa unida en la que todos los miembros deberían ser iguales. Pero, al final, si quieren algo se van a Berlín. Sería mejor que Renzi fuera a hablar con los griegos, los españoles, los portugueses,… y hacer fuerza todos juntos.
Los banqueros alemanes no tienen toda la responsabilidad de la crisis. Han hecho el trabajo que hacen los banqueros, lo mismo que los banqueros españoles o italianos. La decisión de utilizar el dinero de Alemania para contraer deuda en los países del Sur fue decisión de todos.
El problema real fue la creación de una moneda única, el euro, sin que las economías de los diferentes países evolucionasen hasta niveles similares. En Democracia en venta demuestro que las economías del Sur y del Norte estaban más cerca antes de la creación del euro que hoy. El euro ha provocado una mayor diferenciación de las economías. El Norte es más rico que lo que fue antes y el Sur, más pobre.
¿Hay que salir del euro, pues?
Es muy difícil salir del euro ahora. El euro es una moneda internacional, se usa en todo el mundo. La solución puede ser la introducción un euro a dos velocidades. Es decir, los países del Sur se quedarían en el euro pero con una moneda más débil, que podríamos llamarle “euro B” que permita desarrollar sus economías hasta el nivel de las economías de Alemania y otros países del Norte.
Eso tendría que haberse hecho antes. Si hacemos esto los países del Sur tendrán una competitividad más alta y esa ventaja comparativa no gustará a los países del Norte. Alemania no querrá eso.
Lamenta la pérdida de soberanía de Italia y otros países del Sur pero ¿no es necesaria una cesión de soberanía al conjunto de la Unión para construir una Europa más solidaria, más equilibrada, con menos desigualdades?
Se va hacia un proceso de mayor trasvase de soberanía de las naciones a Europa pero no tenemos una idea concreta de donde queremos ir. No sabemos si queremos ir hacia una integración como la de Estados Unidos o como Australia. Si queremos una integración muy grande o modesta. Si queremos ir a unos Estados Unidos de Europa o no. No se sabe. El proceso de integración se improvisa día a día.
Si no tenemos una definición clara de lo que queremos hacer será muy difícil decidir cuánto poder nacional vamos a delegar a Bruselas y como será nuestro estado futuro. ¿Quién tiene legitimidad para decidir lo que pasa en España: los españoles o todos los europeos?
Se acusa a la Comisión Europea de la crisis que ha sufrido el sur del continente por la política de austeridad que le ha impuesto. ¿Se mantendrá esa política?
Va a cambiar porque los países del Norte están en una crisis económica muy seria, incluida Alemania. En el mes de mayo, el crecimiento económico se paró en Francia. En Alemania, la producción industrial bajó un 1.8%. La crisis que hemos sufrido nosotros durante cuatro años ahora está llegando a los países del Norte. Por eso, el Banco Central Europeo ha anunciado que va a comprar directamente la deuda de los países, lo cual no le está permitido por el Tratado que regula su funcionamiento.
Pero esto se va a cambiar porque Alemania tiene miedo que la crisis va a dejar de ser una crisis de los países del Sur para ser una crisis europea. Tenemos que preguntarnos por qué no se ha tomado esa decisión antes. ¿Estamos haciendo una unión de todos nosotros o una unión donde algunos de nosotros son más importantes que los demás?
En el libro habla de la necesidad de un nuevo paradigma. ¿Cuál debe ser este nuevo paradigma?
El nuevo paradigma tiene que ser una presencia más importante y una mayor capacidad de tomar decisiones de los países del Sur. Hasta ahora no hemos tenido voz en esta crisis. Hemos visto que todas las decisiones importantes no se tomaban en nuestros países sino en otras. Antes teníamos Merkel y Sarkozy. Ahora, Merkel y Hollande. La Unión Europea nació, después de la Segunda Guerra Mundial, con la idea de crear un sistema económico donde los productos y la gente pudieran moverse libremente para evitar otra guerra entre Francia y Alemania. Estos dos países son la parte central de la Unión Europea.
Ahora, la situación ha cambiado muchísimo y nosotros tenemos que presentar una propuesta en la que los países del Sur tengamos más voz. Necesitamos una situación de compromiso entre todos los miembros de la Unión donde todos estemos contentos de estar juntos. Si no es así, la Unión no funcionará.
En este enlace, toda la entrevista realizada por Siscu Baiges.
