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Italia aprieta el cerco a los no vacunados

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Desde Italia

Nora lleva dos horas en el coche esperando pacientemente a que llegue su turno. Como ella, otras 400 personas, la mayoría menores de edad acompañados por uno de los padres, se han hecho una PCR en un solo día en el drive-in de esta ciudad de menos de 40.000 habitantes del centro de Italia. "Este es el ritmo desde navidades, no paramos ya ni para comer, empezamos a estar agotados y no vemos la luz al final del túnel", suspira Ana Lucia, una de las voluntarias que, vestida con el traje de protección blanco, con dos mascarillas (una normal y otra FPP2 de las que el gobierno ahora ha impuesto) y detrás de su visera de plástico transparente, intenta hacer más ameno el test a los más pequeños de la casa.

"ìY esta es la punta del iceberg! Nosotros hacemos las PCR que son obligatorias por ley, pero imaginad las farmacias cuántas pruebas hacen en un solo día. Solo hay que ver las colas de decenas de personas a las 8 de la mañana", añade Ana Lucia.

Las pruebas que realizan en las farmacias son los test rápidos de antígenos, que no tienen valor para poner fin a la cuarentena pero sirven a los trabajadores de menos de 50 años para acceder al puesto de trabajo. Los mayores de 50 tienen que vacunarse obligatoriamente para poder trabajar desde que el 10 de enero entró en vigor un nuevo decreto.

Es una de las nuevas reglas que el gobierno italiano ha impuesto para convencer a los que siguen siendo reacios a vacunarse. El 86,51% de los italianos de más de 12 años han completado el ciclo vacunal, pero el Quirinale quiere seguir aumentando la cifra de vacunados y los que se resisten no pueden ni siquiera tomarse un café en la barra del bar desde el lunes pasado. 

Nadie quiere que se repitan las imágenes de marzo de 2020, cuando 70 camiones militares salieron de la ciudad de Bergamo repletos de cadáveres de víctimas de la covid. "Por eso insistimos en que hay que vacunarse, esta es la única solución, lo demuestran los datos. Hoy el pico de los contagios recuerda el de la primera ola de 2020, no podemos bajar la guardia. Hemos vuelto a ofrecer unas jornadas de puertas abiertas para quien quisiese vacunarse lo pudiera hacer sin cita previa, estamos intentando concienciar a los más jóvenes, hablamos en los colegios, estamos en todos los puntos de información disponibles: todo para que la gente tenga acceso a vacunarse sin problemas", asegura un dirigente de la Asur, encargada de la sanidad regional.  

"No es uno de los mejores momentos, después de las fiestas esto era de prever", dice tranquilo uno de los jóvenes médicos de la ciudad. "Y ya lo ha anunciado incluso la OMS: es probable que el 50% de los europeos se contagie de esta nueva variante en los próximos meses, es decir, tú o yo nos vamos a contagiar. Es un dato concreto, tangible, del que no podemos escapar. Lo importante es entender cómo hacer para que esto dañe lo menos posible al enfermo mientras intentamos no saturar el sistema sanitario".