Ciudades seguras ante el cambio climático
El coste anual por daños ligados a inundaciones en zonas urbanas se triplicará de cara a 2050 si
no se toman medidas, según la organización C40
España ha sufrido una de las peores gotas frías en lo que va de siglo, con más de 220 muertos y desaparecidos, la mayoría en la provincia de Valencia. Mientras los miles de voluntarios, gobiernos y el Ejército se esfuerzan en recuperar un mínimo de habitabilidad en las regiones duramente afectadas, el debate en torno a la necesidad de proteger a los ciudadanos de los efectos más devastadores del cambio climático ha penetrado las discusiones del día a día, llegando a la COP29 en Azerbaiyán en noviembre pasado.
En medio de una urbanización creciente en el mundo y el incremento de los efectos meteorológicos adversos derivados del cambio climático, las ciudades del mundo afrontan un crecimiento exponencial en los riesgos relacionados con el agua como las inundaciones, las sequías y las tormentas torrenciales, además de afrontar problemas relacionados con el saneamiento del agua, como la falta de agua potable segura y accesible y la disminución de su calidad.
Estos desafíos tienen, a menor escala, un impacto significativo en la salud y el bienestar de las comunidades y las personas, además de suponer una barrera al crecimiento económico y al desarrollo de las ciudades. Estamos ante una crisis humanitaria ambiental, social y económica que requiere una atención inmediata para aliviar el sufrimiento de las comunidades en el futuro próximo, especialmente aquellas situadas en los lugares más vulnerables a los efectos devastadores del clima.
Impactos al alza
El informe Ciudades con agua segura, de la organización mundial de referencia de ciudades por el clima C40, cuantifica el impacto de las sequías y las inundaciones en las urbes más grandes del mundo. Nos ofrece un análisis respecto al impacto de las inundaciones en las ciudades para el año 2050 si no se toman medidas en el presente, sabiendo que más de 7,4 millones de personas que habitan en áreas de riesgo estarán expuestas, sabiendo que las poblaciones en el sur global estarán 10 veces más expuestas. Las conclusiones del estudio incluyen un aumento de las inundaciones en las ciudades costeras y cercanas a los ríos de 10,5 millones de m3 anualmente, equivalente a cuatro veces y media el volumen de la Gran Pirámide de Giza.
Además, el coste anual de los daños por inundaciones urbanas se triplicará, hasta alcanzar los 64.000 millones de dólares cada año, lo que se traducirá en una caída de 136.000 de dólares millones en el PIB global. Estas cifras equivalen al PIB anual de Croacia y Kuwait, respectivamente. En Valencia hemos podido ver cómo el Banco de España ha estimado que la catástrofe de la dana restará dos décimas al crecimiento económico del país en el cuarto trimestre.
Planes de respuesta
¿Qué pueden hacer las ciudades para estar preparadas de cara a los próximos episodios? Hay una serie de políticas y recomendaciones que pueden adoptarse ya en el presente. Por ejemplo, el desarrollo de planes de respuesta ante emergencias para proteger a los ciudadanos más vulnerables que viven en zonas de riesgo de inundaciones, la implementación de planes de gestión de las cuencas fluviales con medidas basadas en la renaturalización de los ríos y la creación de zonas de amortiguamiento del agua o la implementación de barreras en las riberas y las costas con soluciones basadas en la naturaleza, como los manglares, y barreras artificiales contra inundaciones como diques o compuertas. Todo este trabajo se puede desarrollar de forma colaborativa con otras ciudades del mundo expuestas a los mismos riesgos.