Incentivos para microdonaciones
Casi siempre que se habla de filantropía se piensa en las grandes donaciones multimillonarias de los megarricos, pero a Silverio Agea, director general de la Asociación Española de Fundaciones, referente en España del sector, le gusta recordar que la clase media es proporcionalmente la más solidaria y generosa: el informe Perfil del donante tipo en España a partir de las fuentes tributarias (2002-2010), elaborado por la asociación tras bucear en los datos públicos del IRPF y que se presentó el año pasado, subraya que el tramo con más donantes en España —con derecho a deducción— es el que corresponde a los que declaran entre 30.000 y 60.000 euros de ingresos: en 2010 representaban el 32,8% del total que hizo constar alguna donación, cuando este tramo agrupaba al 14,9% de los contribuyentes. Su donación media fue de 41,06 euros.
La última reforma fiscal mejora a partir de 2016 los incentivos para esta franja de donantes, que la asociación considera “micromecenas” y empiezan a acercarse a países como Francia. Las mejoras se dan en los primeros 150 euros de donación. Sólo en el tramo que declara más de 150.000 euros de ingresos anuales los contribuyentes declaran donaciones medias superiores a esta cifra.
Del 25% al 75%
Con la nueva norma, la deducción de cualquier donativo en el IRPF a entidades sin ánimo de lucro definidas como de interés público pasa en los primeros 150 euros del 25% al 75% (en Francia es del 100%). Y a partir de los 150 euros, del 25% al 30% (y el 35% si repite el año siguiente). En este caso, subraya Agea, en Francia es del 70%.
El secretario general de la asociación de fundaciones está convencido de que este cambio de normativa puede suponer una recaudación extra superior al millón de euros al año para el Tercer Sector, únicamente con su actual base social, pero considera además que puede servir también para ensancharla. “Puede ser una primera palanca para el cambio cultural “, afirma.