La ‘economía gris’ se expande con la crisis
La economía sumergida incluye desde cualquier forma de fraude fiscal hasta el cobro del paro mientras a la vez se trabaja en negro, pasando por la percepción de ayudas sin cumplir los requisitos para ello y cualquier corruptela. Las estimaciones de la economía informal, todas ellas necesariamente deficientes, representan entre el 18,6% y el 27% del PIB español, según distintos estudios, que emplean metodologías igualmente distintas. España ya era campeona en ella, pero con la crisis la cosa ha ido a peor.
La última actualización del dato estimado de economía sumergida presentado por el sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, lo situaba en 2012 en 253.135 millones de euros, cifra que equivale al 24,6% de la riqueza generada y duplica de largo las proporciones de vecinos como Alemania, Francia y el Reino Unido. “De cada tres euros opacos a Hacienda, Gestha atribuye dos a distintas fórmulas de fraude fiscal y uno a fraude laboral (gente contratada en B, o que trabaja más horas de las que indica su contrato, o trabajadores ficticios dados de alta...).
La crisis ha aumentado el fraude. “Lo prueba la caída de las bases imponibles de los grandes impuestos, pero en ese aumento del fraude hay más causas, no solo el aumento de impuestos: reducción de medios en la lucha contra el fraude, el desánimo ciudadano ante los continuos escándalos con dinero público y el hecho de dar una amnistía fiscal”, afirma el exportavoz y exsecretario general de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda (IHE) Francisco de la Torre.
Es llamativo el caso del IVA, que el Gobierno del PP elevó en 2012 después de haber negado por activa y por pasiva que fuera a dar el paso, sobre todo una vez hubo incrementado el IRPF hasta siete puntos porcentuales. “En una situación de consumo en retroceso, los empresarios no pudieron trasladar a precios el aumento del impuesto y algunos defraudaron el IVA”, señala De la Torre. Las bases imponibles del IVA cayeron más de lo que descendió el consumo.
Una de las medidas cocidas en la próxima reforma fiscal es la supresión parcial de la tributación por módulos, que puede afectar a más de 300.000 trabajadores por cuenta propia. Este sistema, nido de fraude, será eliminado salvo para los autónomos que trabajen directamente con consumidores (taxistas, peluqueros o lampistas que trabajen para particulares, por ejemplo). Se acabó para mensajeros, albañiles, fontaneros, y otros empleados de la construcción.
La reforma limita la tributación por módulos
La economía informal ha crecido el 37%
El informe Tax Gap en España, de los economistas Santos M. Ruesga y Domingo Carbajo, cifra la economía informal en el 26,4% del PIB (2011), lo cual supone un incremento del 37% desde 2003. Es el mayor crecimiento medio de la economía sumergida del sur de Europa. Los autores son partidarios de que desaparezcan de la eurozona los billetes de 500 y de 200 euros (cuyo uso ha aumentado en España pese a su retirada parcial), y de incentivar los medios de pago electrónicos. Por cada punto porcentual que aumentan las prácticas irregulares, los ingresos fiscales se reducen en 0,35 puntos porcentuales.
Fraudes al margen, uno de los grandes boquetes (que no tiene visos de cambiar) es la ventajosa tributación al 1% de las Sociedades SICAV que tienden a constituir grandes fortunas para eludir el impuesto de sociedades.