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Solos, subcontratados, y precarios

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Junio 2016 / 37

Externalizar servicios de una empresa es una práctica antigua que, en muchos casos, puede mermar derechos laborales 

ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR

El primer año estuve contratada por el hotel, pero al año siguiente externalizaron el departamento de pisos (el de las camareras). Con la primera empresa estuvimos trabajando tres años, luego pasamos a una empresa fantasma. Estuvimos meses trabajando sin cobrar y después ésta desapareció, porque el hotel, al ver que no nos pagaban, anuló el contrato, pero quedó debiéndonos el dinero. Ahora estamos con otra empresa (...) falta personal y nos carga con el trabajo (...) Este año (...) mi compañera y yo hemos llegado a hacer 40 y 42 habitaciones al día, y sin parar. Yo no descansé. Trabajé dos meses seguidos sin librar, y está demostrado”.

Es la historia de Dolores Pérez, una entre 26 historias que aparecen en el libro Las que limpian los hoteles, de Ernest Cañada. 

La precariedad laboral está extendida en España. Con la crisis, hay más contratos temporales, a tiempo parcial, menos remunerados, con menos prestaciones... Es el símbolo del nuevo empleo español. Pero la historia de las trabajadoras de hotel es el ejemplo que los sindicatos muestran para evidenciar una relación directa entre precariedad y subcontratación.

“La externalización está absolutamente ligada a la precariedad”, explica Antonio Ruda, responsable del sector de Hostelería de la sección de Servicios de CC OO. “Somos uno de los sectores más afectados, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos nuestros convenios sectoriales, y en estos momentos lo que se hace es externalizar, especialmente el departamento de camareras de pisos. De un convenio a otro esto significa una rebaja del 40% de salario. De cobrar 1.200 euros pasamos a poco más de 600. Creemos que es un fraude en la contratación. Es una rebaja salarial imposible de asumir por parte de muchos trabajadores. En España esto afecta en torno a unas 98.000 camareras de pisos”.

Sólo hay límite legal en la construcción, por los accidentes

Las camareras externalizadas perdieron el 40% del salario

A veces ni siquiera media un contrato. La subcontratación funciona de manera que puede haber varios subcontratados: una empresa subcontratada, que a su vez contrata a un autónomo, que a su vez contrata a otro autónomo. Se llama “cadena de subcontratación” y no existe límite legal para hacerlo, menos en la construcción, donde se vio que esta cadena comportaba más accidentes laborales y se reguló. 

Juan, nombre falso porque prefiere que no se le identifique, trabajaba como autónomo para Cobra, una empresa subcontratada por Endesa. Su trabajo consistía en arreglar averías en torres con alta tensión: entre 6.000 y 25.000 voltios. Sufrió más de un accidente laboral, uno de los cuales fue grave. “Cuando te contratan, al principio te dicen que vas a trabajar ocho horas, pero la realidad es otra. Si estás en averías, hay una tormenta y cae la de Dios, entonces entras a las siete de la mañana y no sabes a qué hora acabarás, porque es una tras otra, tras otra, tras otra. Te van llamando por teléfono, te van diciendo las averías y tú tienes que ir a resolverlas (...). Estuve cerca de morirme. Nos habían llamado para una avería en Ponts. Habíamos estado trabajando el viernes y el sábado, y en total habría descansado cuatro horas como máximo, porque llegaba a casa y tenía que salir... O a veces ni siquiera llegabas... En ocasiones, era mejor llevar la ropa en el coche (...). Es mejor llevar la ropa en el coche porque se pierde tiempo al ir a casa a cambiarme. Además, era llegar a casa, ducharme, cambiarme, echarme a dormir y a los diez minutos, pum, otra vez, me llamaban... a salir”. 

El trabajo de Juan llegó a su fin cuando, después de una avería en la que estuvo trabajando sin descanso durante tres días, se quedó dormido amarrado en una torre. “Me desperté y me dije: ‘¿Qué hago aquí?’. Bajé y al día siguiente renuncié”.

Juan contó su historia en un encuentro organizado por los trabajadores de Telefónica en Huelga, después del accidente que causó la muerte a un compañero de Juan. Los obreros de Telefónica que le escuchaban (véase esta revista, número 34), no estaban representados por los sindicatos mayoritarios, porque eran autónomos.

En los casos de esos falsos autónomos (legalmente se llamarían autónomos dependientes, porque dependen en un 75% de la misma empresa), los sindicatos mayoritarios no tienen casi cabida, pues están pensados en virtud de las contrataciones de las empresas, no de las personas independientes.


REPENSAR EL SINDICALISMO

Los principales sindicatos, que durante la crisis han perdido más de medio millón de afiliados (584.788 miembros entre 2009 y 2015), están haciendo una revisión en este sentido. Comisiones Obreras acaba de publicar el documento Repensar CC OO: Un sindicato para el siglo XXI y quiere abrir un debate que cambie el modo de enfrentarse a la nueva realidad. Uno de los puntos del documento tiene que ver con este tipo de autónomos.

“En el X Congreso acordamos tres líneas de actuación dirigidas a ampliar la presencia e influencia del sindicato entre los mismos, sobre todo en relación con los autónomos dependientes, pero sin renunciar a intervenir sobre el conjunto del universo autónomo”, explica el documento. Básicamente se plantean “crear agrupaciones sectoriales federales y territoriales, reforzar la política de servicios para dar cobertura y asesoramiento a autónomos, e impulsar una política de alianzas con las organizaciones de autónomos progresistas”, indican. 

Y culminan: “Necesitamos hacer balance del trabajo desarrollado y sus resultados, y considerar si no ha llegado el momento de dar un paso más allá de lo que hoy establecen los estatutos confederales en relación con la afiliación de los trabajadores y trabajadoras autónomos al sindicato, individualmente o a través de estructuras preexistentes de carácter progresista”.

No existen estadísticas que muestren cuántas empresas han subcontratado y cuándo. En todo caso, es una práctica antigua y libre. Las empresas pueden subcontratar lo que quieran, aunque existen regulaciones que delimitan la responsabilidad. Desde 1980, una empresa matriz tiene responsabilidad sobre los subcontratados, hasta el último eslabón de la cadena (véase la  entrevista "La gente no sabe que ganaría las demandas").

Los autónomos están más deprotegidos, por no estar en sindicatos

Las empresas centrales son tan responsables como las subcontratas

La patronal dice que se externaliza por un tema de especialización

Endesa considera que los accidentes como el de Juan son muy aislados. Según la empresa, en los últimos años se ha registrado una reducción paulatina de la siniestralidad laboral tanto en la empresa como en las subcontratas al registrarse niveles de accidentes cercanos al cero. “Existe un alto nivel de exigencia y también un esfuerzo en común con esas compañías, bien mediante alianzas empresariales en materia de prevención de riesgos laborales, promoción de planes de acción en la materia, jornadas de concienciación, reuniones y seguimientos periódicos, así como por medio de la efectiva coordinación de actividades empresariales”, explican fuentes de la empresa. “Dicho procedimiento está produciendo sus frutos”. 

La empresa insiste en la no distinción acerca de “quién” realiza el trabajo. “Nuestra política de salud y seguridad laboral afecta a todas las personas que trabajan en o para la empresa, dejando claro nuestro compromiso con la mejora continua en la materia, desarrollando programas para la prevención/mitigación de los riesgos, implicando y exigiendo por igual a todos los empleados, contratistas y proveedores”.

Aunque no se sepa cuántas empresas han subcontratado a partir de la crisis, no es una práctica nueva. Lleva haciéndose desde hace sesenta o setenta años, y lo hacen la mayoría de empresas del mundo.

Jordi García Viña, director de Relaciones Laborales de la CEOE, dice que subcontratar no tiene que ver con la precarización. “Es muy sencillo. Las empresas tienen que concentrarse en lo que realmente saben hacer, en poner allí todos sus esfuerzos”, explica. “Y encargan a otras empresas para que realicen otras actividades. Cuando se trata de una externalización legal con empresas legales cada empresa tiene su convenio colectivo. Todo el mundo tiene que cumplir la ley. Por ejemplo, una empresa multiservicios, que sirve a una gran empresa, puede tener un convenio colectivo o sectorial. Lo evidente es que la empresa auxiliar tiene que aplicar un convenio. Existen normas y siempre hay acuerdos. Y el convenio sectorial no tiene por qué ser peor. Depende de quién sea, depende de si estamos hablando de empresas pequeñas o grandes. Es muy difícil en nuestro país decir cuál es el convenio mejor. Están los convenios provinciales. El sector de la construcción es el nacional, los provinciales no los regulan. No hay una regla clara”.

ILUSTRACIÓN: PERICO PASTOR

García Viñas reconoce que también tiene que ver con un asunto económico. “Las empresas, como las personas, toman sus decisiones de acuerdo con las posibilidades económicas. Ese mecanismo está claro desde el punto de vista organizativo, y esto no es nuevo. Cuando se eclipsa el sistema fordista, se establece que este sistema es mucho más efectivo, y al final la especialización tiene mucho más sentido”. 

La CEOE afirma que no se despiden trabajadores para contratar la misma actividad más barata fuera de la empresa. Por ejemplo, está el caso de Telefónica, que recientemente ha hecho una oferta a sus empleados para prejubilarse —sin contratar trabajadores nuevos —; mientras mantiene conflictos con los subcontratados. “En ese caso, las personas que se prejubilaron en Telefónica no eran instaladores de fibra óptica ni se podían reconvertir. No es lo mismo. Desde el punto de vista organizativo, es muy legítimo que si no quieren hacerlo directamente se lo encarguen a una empresa”, concluye García Viñas.


RIESGOS LABORALES

Aunque los accidentes se hayan reducido de acuerdo con las cifras aportadas por Endesa, para el caso de España, los datos del Ministerio de Empleo dicen lo contrario. Según la Estadística de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, sólo en el primer trimestre de 2016 los accidentes de trabajo que han causado baja subieron un 6,8%. En el sector de Hostelería, donde CC OO denuncia una creciente subcontratación a partir de 2014, las cifras de siniestralidad del último trimestre alcanzan un aumento del 18%.

“La precariedad que se ha producido en España está directamente relacionada con el incremento de los accidentes de trabajo”, afirma Rafael Ruiz Calatrava, presidente del Consejo General de Profesionales de Seguridad y Salud en el Trabajo. Está muy claro: la temporalidad, la subcontratación inadecuada y el empeoramiento de  las condiciones de trabajo repercuten directamente en la siniestralidad. De eso no hay duda. Sin embargo —continúa  Ruiz Calatrava—, puedes subcontratar y hacerlo correctamente. Entonces no tiene por qué existir un factor de riesgo incrementado. Pero si te subcontratan y las condiciones no son las adecuadas, el nivel de riesgo se incrementa. A peor condición de trabajo, mayor incremento de accidentalidad. En las estadísticas de 2014 del ministerio, se muestra un incremento de la siniestralidad laboral del 1,2%.respecto a 2013. Es un dato: 565 trabajadores fallecidos. Aumentaron todos los parámetros de baja”.

¿En qué estado se encuentra la inspección de trabajo en este sentido?

En Hostelería los accidentes aumentaron el 18% en sólo un año

La ley se cambió al verse precariedad al final de la cadena de subcontratas

La gente encuentra subterfugios para burlar la ley

Según los datos de Inspección de Trabajo del Ministerio de Empleo, durante la legislatura de Mariano Rajoy las inspecciones han bajado de 227.686 en 2011 a 203.490 en 2014 (últimos datos). Aun así,  la cantidad de infracciones contabilizadas  ha subido, de 90.096 en 2011 a 100.061 en 2014.

“La normativa de la ley de subcontrataciones se hizo justamente porque se veía que la precariedad estaba al final de la cadena”, explica Rafael Martínez Mesa, inspector de Trabajo y experto (ha sido subdirector general de la Inspección de Trabajo). “Ahora tenemos más elementos de control sobre esa cadena porque la ley permite exigirle al de arriba. Quien tiene el beneficio tiene la culpa. También se exigen responsabilidades en Seguridad Social, salarios. condiciones laborales, etc”.

“Es verdad que la ley tiene algunos fallos. Hay una limitacion en vertical, pero no en horizontal. Es decir, la gente encuentra siempre subterfugios para burlar la ley. En vez de haber un subcontratista que contrata a otro que contrata a otro, hay muchos contratistas”, continúa Martínez  Mesa. “El problema de la subcontratación es que cuando la empresa principal desplaza sus propios servicios, la carga de trabajo puede llegar a ser muy grande, y los autónomos lo asumen. Un autónomo tiende a forzar la máquina. Es muy típico, por ejemplo, en los taxistas autónomos, que trabajan muchísimas horas para ganar más. Cuando visito a un autónomo solo y me dice que no hace prevención porque no tiene contratados, le digo que la seguridad debe dársela a sí mismo. Un autónomo sufre sus propios excesos”.