Explotación: Pobreza y trabajo infantil en el cacao
Las organizaciones de comercio justo piden a la UE que fuerce a las empresas a examinar su cadena de suministro para salvaguardar los derechos humanos.
Recolectores de Cacao en una plantación. Foto: ICCFO
La Unión Europea tiene que frenar la llegada de cacao producido en condiciones de semiesclavitud, e incluso con trabajo infantil. Y las empresas deben examinar sus cadenas de suministro para verificar que se cumplan los derechos humanos. Esas son algunas de las principales conclusiones del informe Hacia la sostenibilidad de las cadenas de suministro del cacao: opciones de regulación para la UE, elaborado por Fern, Tropenbos International y Fair Trade Advocacy Office y editado en castellano por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
Según la organización, en 2015, "1,2 millones de menores en Costa de Marfil y 0,9 millones en Ghana trabajaban en este sector, de los cuales entre el 80% y el 90% se ocupaban de tareas peligrosas como soportar cargas pesadas, manipular productos químicos o trabajar con machetes. En las zonas medias y altas de cultivo, el 26% de los menores de Costa de Marfil y el 46% en Ghana trabajaban más horas de las permitidas, según datos de la Universidad de Tulane".
Principal sustento
La Coordinadora Estatal de Comercio Justo explica que, a pesar de las iniciativas llevadas a cabo en los últimos años por parte del sector, "ni una sola empresa o gobierno se encuentra cerca del objetivo de eliminar el trabajo infantil, ni siquiera del compromiso de reducirlo en un 70%".
Más de dos millones de menores africanos trabajan en el sector
En el principal país productor de cacao, Costa de Marfil, las familias cacaocultoras cobran ingresos que no llegan al 37% de la renta mínima de subsistencia. Para unos 50 millones de personas, la producción de cacao es su principal sustento. "Sin embargo, una mayoría vive en la pobreza", agregan. "En 2018, Fairtrade International estimó que, de media, una familia cacaocultora en Costa de Marfil ingresaba 0,78 dólares diarios frente a los 2,51 diarios estimados como renta mínima".
¿Quién se lleva el beneficio?
El mercado global del chocolate, que la organización estima en unos 103.000 millones de dólares, crece a un ritmo del 7% anual, pero los productores de cacao reciben solo entre un 3% y un 7% del precio de venta de una barra de chocolate. Mientras tanto, los fabricantes de chocolate reciben alrededor del 40% del precio final de una tableta, y los minoristas, cerca del 35%.
Estos ingresos quedan, explica la organización, en pocas manos: "solo 3 grandes empresas concentran el 60% del procesamiento mundial de cacao, y 6 empresas constituyen el 40% del mercado global de consumo de chocolate".
La Unión Europea es el mayor consumidor mundial de cacao de Ghana y Costa de Marfil; como tal, desempeña un papel decisivo para mejorar las condiciones de vida de sus productores.
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