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Un puzzle con piezas que aún no encajan

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Julio 2013 / 5

No están todos los que son, pero sí algunos de los actores que han participado en la privatización de Aigües Ter-Llobregat. Su historia explica algunas de sus actitudes, pero hay cabos sueltos.

Estos son algunos de los protagonistas del culebrón AigüesTer-Llobregat.    

Ángel Simón

Llegó a Agbar desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), donde tras los Juegos Olímpicos se alejó del ex alcalde de la ciudad Pasqual Maragall y le acercaron al PSC del Baix Llobregat. Astuto como pocos, fue escalando posiciones en la empresa hasta la cúspide y a la vez haciendo de puente entre los socialistas, en la Generalitat del tripartito tras las elecciones de 2003, y La Caixa, presidida por Ricard Fornesa. En Agbar, fue capaz de representar a la caja de ahorros primero y, después, a su accionista mayoritario, Suez Environnement, que le ha nombrado director adjunto (con apoyo del ex presidente de la Generalitat José Montilla, que intervino en ello). Desprecia a la burguesía catalana. Aspiraba a presidir el Círculo de Economía. No fue elegido para el cargo y su distanciamiento de la institución es total. Agbar ha fichado a ex políticos de CiU (Miquel Roca es secretario de su consejo), sobre todo a socialistas y hasta a algunos de ICV.

José Manuel Entrecanales

Nada que ver con los constructores sin pedigrí, con dinero pero hoscos, con puro y pocos estudios. Heredó la empresa de su padre, pero se inició en Merrill Lynch (y en Nueva York). Vio rápidamente y antes que otros que había que reinventarse, y reconvirtió Acciona en un grupo de servicios, con una apuesta clara por las energías renovables (aunque por el camino compró, hizo patria durante 16 meses, vendió y se hizo de oro con Endesa). Su sensibilidad hacia el  problema catalán es escasa. Como presidente del Instituto Familiar, y con la adjudicación de la ATLL por la Generalitat cuestionada, tenía preparada una declaración del empresariado favorable a la unidad de mercado y contra el proceso soberanista.Le aconsearon no difundirla. Hizo caso. 

 

Ferran Rodés

Hijo del empresario Leopoldo Rodés (consejero de Caixabank, accionista de Agbar), este publicista y también empresario (Havas Media) es consejero de Acciona y está detrás de una de las sociedades del consorcio que acudió a la oferta por ATLL liderada por la constructora. Preside el Consejo asesor de Sostenibilidad del Gobierno catalán, y también el periódico ARA, cuya línea editorial apoya el derecho a decidir de los catalanes, y aplaudió el giro soberanista de Artur Mas posterior al 11-S del año pasado.

Lluís Recoder

Los 11 años que fue alcalde de Sant Cugat del Vallès coincidieron con la travesía del desierto de Artur Mas y de CiU en la oposición de la Generalitat, lo que hizo del municipio un pequeño bastión de poder convergente que puso los focos sobre su figura. Fogueado en el Congreso de Diputados y de tendencia roquista, su perfil ha sido un contrapunto con el pinyol soberanista de Artur Mas en el congreso de CDC de 2008. Entró en la ejecutiva y en el primer Gobierno de Mas, pero la rivalidad con la guardia pretoriana del presidente (incluido Germà Gordó) y las pullas que recibió vía off the record de periodistas dejó claro que la desconfianza estaba bien instalada. Solo faltaba la ATLL. Recoder ha dejado la primera línea política, pero sin cerrarse puertas para el futuro. Es ambicioso. Como abogado, le ha contratado la firma de servicios profesionales KPMG. Es una de las firmas con las que ha trabajado Acciona, auditada por Deloitte, entre otras.

Juan Antonio Gallo 

Hijo del periodista de radio y televisión Federico Gallo, interventor de la Generalitat que desde ahora trabaja vigilando la limpieza de las adjudicaciones desde el organismo OARCC. Saltó a la fama el 2 de enero pasado como el llanero solitario que enmendó la plana a la Generalitat. Pero sus consultas por correo electrónico a personas (de la mesa de contratación y de fuera) próximas al actual consejero de Justicia y ex secretario general de Agricultura, Germà Gordó —con las que habían coincidido en la última etapa del mandato de Jordi Pujol en Agricultura—, en busca de orientación sobre la oferta de Acciona, y la información que estas le dan para desmontarla, arrojan sospechas graves sobre su actuación, que deja a  la Generalitat en entredicho. 

Leonard Carcolé

Fue directivo de Agbar durante una década. Acabó muy mal con Ángel Simón. Después, fichó por la Agencia Catalana del Agua (ACA), donde el recorte de gastos, la reestructuración de la deuda y el incremento del canon dieron un vuelco a la gestión hasta el superávit de 106,6 millones (2012). Tiene fama de tozudo. Antes de que le hicieran saltar de la Generalitat tras la salida de Recoder, saltó. Fichó por la constructora andorrana Heracles, dueña desde 2009 de la firma Excover, con sede en Sant Cugat, de donde Recoder fue alcalde.