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Repensar la economía // Democracia económica

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Abril 2020 / 79

En la década posterior a la crisis, el poder y los derechos de los trabajadores han seguido deteriorándose, al mismo tiempo que la brecha social ha continuado ensanchándose con unos trabajadores jóvenes cada vez más precarios. Esta inquietante realidad social ha llevado a un grupo de economistas, sindicalistas e intelectuales a reflexionar sobre la necesidad de lograr una economía realmente más democrática.

Repensar la economía

Bruno Estrada y Gabriel Flores (coords.)

Catarata, Fundación
1º de Mayo 2020

191 páginas

Precio: 17 euros

En Repensar la economía desde la democracia, coordinado por Bruno Estrada y Gabriel Flores, los autores profundizan en la idea de la democracia económica desde una doble perspectiva: la participación de los trabajadores en la dirección de las empresas y en la intervención de los sindicatos y demás agentes sociales en la definición de la política económica.

No se trata de una utopía. La participación de los trabajadores en los consejos de administración de las compañías es una realidad en 17 de los 27 miembros de la UE. Como señala el líder de CCOO, Unai Sordo, "la democracia económica nos habla de la posibilidad de que seamos los ciudadanos, quienes tomemos decisiones sobre las cuatro preguntas clásicas de la economía: qué producir, para quién producir, cómo producirlo y cómo repartir la riqueza generada".

La cuestión de fondo es "poner a las clases trabajadoras en el lugar que les corresponde: más allá del papel de la negociación colectiva, en la determinación de las condiciones de trabajo". Aunque se subraya el papel de la negociación colectiva como instrumento de democracia en la regulación de los derechos laborales y de las condiciones de trabajo, se considera que el movimiento sindical va más allá del centro de trabajo. Desde esta perspectiva más amplia, el libro recoge diversos enfoques que van completando las distintas opciones de participación de los trabajadores para profundizar en la democratización de la economía. Así, Ignacio Muro, presidente de la Plataforma por la Democracia Económica, subraya la necesidad de recuperar el sentido de lo público. Señala Muro que "la idea es que las empresas públicas están obligadas a escalar en las máximas cotas participativas y, al tiempo, ser vanguardia en modelos de gestión eficientes, y profesionales dando estabilidad y sostenibilidad a los proyectos públicos".

Alexander Guschanski y Özlem Onaran, de la Universidad de Greenwich, destacan el papel de los sindicatos en la lucha contra la desigualdad de ingresos. Para estos académicos, la reducción del poder de negociación de los trabajadores ha sido el principal motivo del aumento de la desigualdad. En su opinión "los cambios producidos en el poder de negociación explican más de dos tercios del descenso de los salarios en la renta nacional".

Participar más: Los trabajadores deben estar presentes en los órganos de dirección de las empresas

Jorge Uxó, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, incide en el aumento de la desigualdad por la pérdida de peso de los salarios en la renta nacional durante los últimos años. Los datos sobre el aumento de la dispersión salarial son ilustrativos. Entre 2008 y 2015 los salarios más bajos se redujeron un 15%, mientras que el salario del 0,03% de la población con rentas más altas pasó de ser 25,5 a 29,4 veces más alto que el promedio.