La desigualdad entre quienes más tienen y quienes menos no menguó durante la recuperación previa a la crisis del coronavirus. Si comparamos los grupos extremos por riqueza en 2019, la renta acumulada del 10% de la población con mayores ingresos multiplicó por 10,9 la del 10% con menos ingresos. La renta total del 20% que tiene más fue seis veces mayor que la del 20% que menos tiene.
Giro: Los grandes partidos progresistas lanzan nuevas propuestas para que los ricos paguen más al fisco tras dos décadas de impulsar rebajas con la tercera vía.
Concentraciones extremas de renta y riqueza como las que se dan en nuestra sociedad atentan contra la democracia y amenazan la propia economía de mercado.
Las cosas no pueden desinventarse. Una vez inventada, la bomba atómica convivirá con la humanidad hasta el fin de los tiempos. A no ser, por supuesto, que aparezca un arma más mortífera y más sencilla de fabricar.
La brecha salarial se agrandó mucho entre 2002 y 2011. Es un fenómeno debido a la crisis, pero también a las decisiones políticas en materia fiscal y al apetito de los accionistas en el contexto de la globalización.