Beneficios extraordinarios a mansalva
La guerra en Ucrania y la espiral inflacionista disparan las ganancias de bancos y empresas energéticas hasta máximos históricos
En 2022, mientras los hogares españoles hacían frente a la subida de los precios de la energía y los tipos de interés de los préstamos hipotecarios se disparaban hasta niveles desconocidos en cuatro décadas, los bancos y las grandes empresas eléctricas obtenían copiosos beneficios, en muchos casos los mejores de su historia.
Las seis mayores entidades financieras del país —Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja— se apuntaron un beneficio neto conjunto de 20.850 millones de euros, el 28% más que en 2021. Por su parte, las tres principales empresas eléctricas y de gas —Iberdrola, Endesa y Naturgy— ganaron 8.529 millones de euros, el 30,5% más que en 2021.
La subida de los tipos de interés fue el principal motivo de la mejora del negocio bancario. En un intento de frenar la espiral inflacionista generada por el fin de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, el Banco Central Europeo (BCE) subió el precio del dinero en cuatro ocasiones a lo largo de 2022, de modo que los tipos de interés cerraron el ejercicio en el 2,5%, su nivel más alto desde 2008. El BCE llevó a cabo una nueva subida de cinco puntos básicos en febrero pasado, hasta el 3%, y para marzo se espera un incremento de la misma magnitud.
Los bancos han trasladado rápidamente las subidas de los tipos a sus clientes, y quienes más lo están notando son aquellos hogares con una hipoteca a interés variable. El euríbor, índice de referencia en esa clase de préstamos, comenzó 2021 en territorio negativo, subió hasta el 3% en diciembre y prosiguió su escalada con el nuevo año (subió por encima del 3,5% a finales de febrero). Una hipoteca media —de 150.000 euros 25 años— se encareció más de 250 euros mensuales para quienes revisaron su tipo de interés en el segundo mes del año. Mientras tanto, los bancos no están trasladando la subida del precio del dinero a los depósitos de los ahorradores.
Nuevo impuesto
En este contexto, Santander, primer banco del país en depósitos y capitalización bursátil, tuvo los mejores resultados de su historia en 2021: 9.605 millones de euros de beneficio neto (que se obtienen descontando los impuestos y otros gastos a los ingresos), el 18% más que en el ejercicio anterior. Su principal competidor, BBVA, también logró ganancias récord: 6.420 millones de euros, un incremento del 38% con respecto a 2021.
El resto de los grandes bancos españoles obtuvieron conjuntamente unos beneficios de 4.800 millones de euros. CaixaBank se anotó 3.145 millones (+29,7% si se eliminan efectos contables de la fusión con Bankia); Sabadell, 859 millones (+61,9%); Bankinter, 560 millones (+28%) y Unicaja Banco, 260 millones (+88,9%). Las seis entidades que cotizan en el IBEX 35 han visto cómo su valor en Bolsa ha subido 25.000 millones de euros desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
El fuerte incremento de la factura de la luz desatada por el conflicto —del 33% para los consumidores con tarifa regulada— hizo que las empresas del sector tuvieran el mejor año que se recuerda. Iberdrola batió el quinto récord consecutivo de ganancias: 4.339 millones de euros, el 11,7% más que en el ejercicio anterior. Endesa, filial española del gigante italiano Enel, tuvo un beneficio neto récord de 2.541 millones de euros, el 77% por encima del año anterior. También Naturgy registró los mejores beneficios de su historia: 1.649 millones de euros, el 35,8% más que en 2021. Por su parte, las ganancias de la petrolera Repsol crecieron el 70%, hasta los 4.251 millones de euros.
A pesar de estos registros, tanto bancos como eléctricas han recurrido ante la justicia el impuesto a los beneficios extraordinarios creado por el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos con el objetivo —en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez— de que nadie “resulte beneficiado a costa de los perjuicios de la mayoría”. El nuevo tributo, que entró en vigor el 1 de enero, grava con el 4,8% las comisiones y los ingresos extra que los bancos obtienen como consecuencia de la subida de los tipos de interés. En el caso de las eléctricas, supone el 1,2% de las ventas de aquellas empresas que facturen más de 1.000 millones anuales. La patronal eléctrica Aelec considera que la nueva figura fiscal es “discriminatoria e injustificada” porque penaliza a un sector clave en la transición energética y recae sobre los ingresos de las compañías, no sobre los beneficios.