Todo sobre Florentino

Florentino Pérez, presidente de la multinacional ACS y del Real Madrid, es una de las personas más poderosas de este país, lo que ha generado a su alrededor mucha veneración —impostada o sincera—, pero también animadversión. Ante una figura así no es fácil encontrar una aproximación periodística objetiva, que repase y analice los hechos sin los prejuicios mitológicos de partidarios y detractores y con la aspiración de trazar su retrato empresarial y humano sin ánimo de endiosarlo —no existe el "ser superior", por mucho que creyera atisbarlo Emilio Burtragueño — ni demonizarlo.

Este enfoque a lo anglosajón es lo que consigue el pódcast de Méndez y Cabeza. Y esto es justamente lo que lo hace más interesante. 

Con un estilo ágil y entretenido, los periodistas recorren toda su trayectoria vital y tratan de explicar las claves de sus éxitos sin minimizar sus fracasos, que han sido también muchos, en contra del mito de invencibilidad que parece poner de acuerdo a partidarios y detractores.

 

El resultado es un retrato matizado de una persona evidentemente muy poderosa, pero que también ha mordido el polvo muchas veces —fracaso estrepitoso de sus aventuras políticas y también, entre otros,  de su primer asalto al Real Madrid, en el que fue humillado por Ramón Mendoza— y que ha sabido tejer una red de complicidades que va mucho más allá de los estereotipos sobre él: es conservador y españolista, sí, pero empezó como empresario en la Guía del Ocio de Madrid —emblema de la Movida—, creció política y empresarialmente en buena medida gracias a los nacionalistas catalanes —siempre con Miquel Roca observando— y en su llegada a la presidencia del Real Madrid fue clave un grupo muy bien organizado de... ¡sindicalistas de CCOO!

La noción del palco del Bernabéu como epicentro del poder político y empresarial en España parece justificada y en el pódcast se explica bien por qué y qué consecuencias puede tener ignorar esta dinámica. Pero ello no obliga, obviamente, a acatarla. Lo demuestran casos como los de Matilde Fernández, Carlos Sánchez Mato y otros valientes que se plantaron: el poder no siempre lo puede todo.

 

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