Un adole(s)cer sin límites

La serie de Netflix Adolescencia, aclamada por el público, no está basada en una historia real, pero podría estarlo. Uno de los autores y protagonistas, Stephen Graham (que interpreta al padre del adolescente), se basó en una cantidad de noticias de jóvenes involucrados en crímenes con armas blancas. Adolescentes, casi niños, hijos de padres comunes y corrientes, y no necesariamente de familias extremadamente conflictivas.

Sin hacer un spoiler, como dicen los adolescentes —es decir, sin revelar el final de la serie—, podemos explicar que dejan sin aliento cada uno de los cuatro capítulos. Desde el primero, donde nos cuentan los hechos; el segundo, sobre una escuela y un equipo de profesores colapsados por jóvenes hormonados en un entorno de incertidumbre, y unos policías que no dan pie con bola en el lenguaje juvenil de las redes sociales. El tercero, de una psicóloga que no sale del asombro de lo que escucha. Y el cuarto, de unos padres que no entienden qué han hecho mal.

De toda la vida

Bullying ha habido siempre. Y los problemas de los adolescentes son los mismos de siempre, en realidad. La adolescencia es crecer,...