Aquellos maravillosos veranos, que no volverán
La actividad empresarial nunca duerme y una desconexión total es más difícil por la tecnología: saben que estás ahí y esperan que contestes
Recuerdo con cierta nostalgia, no lo puedo negar, aquellos maravillosos y largos veranos donde la palabra vacaciones cobraba todo su sentido. Te ibas y podías olvidar por unos días tu trabajo, a tus compañeros, el estrés. No tenías que conectarte durante tu periodo de asueto para solucionar problemas ni resolver dudas. Simplemente todos, o casi todos, descansábamos a la vez. La mayoría de las empresas echaba el cierre una temporada, otras se quedaban simplemente en servicios mínimos y se asumía que el mundo entraba en pausa. Nadie exigía respuesta en ese periodo.
Aquellos tiempos pasaron y ya no volverán, porque la tecnología nos ha traído muchas cosas buenas, muchísimas, pero no todas lo son. Gracias al teletrabajo podemos continuar nuestra labor desde la playa o en plena montaña sin que nadie sea consciente de que físicamente no te encuentras en tu despacho. Sin embargo, ya no hay excusa para desconectar de forma total durante un periodo. La actividad empresarial actual nunca duerme, como tu dinero cuando lo has invertido bien. La globalización, actividades como el comercio electrónico y el cambio de costumbres...