Hacer negocio con las cosas de comer
Que los seres humanos tenemos la excéntrica costumbre de ingerir alimentos y agua para poder sobrevivir bien lo saben los grandes capitales y fondos de inversión. Estas entidades cada vez están más presentes no solo en las actividades agrícolas y ganaderas y las cadenas de distribución, sino también en otros ámbitos como los de la vivienda, la energía y la salud. Todas estas necesidades básicas, en vez de ser garantizadas y protegidas de una u otra manera por el sistema público, se han convertido en sectores estratégicos y en un valor seguro para sacar beneficios: se van a consumir sí o sí, cuesten lo que cuesten.
El discurso dominante y su aplicación política se centran en sostener que es positivo para todos los actores de la sociedad dejar a merced del mercado estos bienes que nos resultan literalmente de vital importancia. Uno de los objetivos de las jornadas organizadas por Attac era contribuir a desmontar semejante falsedad, embuste o patraña (elijan su palabra según lo indignadas que se encuentren).
Eduardo Bayona Dutú, Pilar Galindo Martínez y Leandro del Moral Ituarte nos proporcionaron durante las...