El acoso sin precedentes que sufre el nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Sumar por parte de patronales, amplios sectores de la magistratura, la derecha del PP y la extrema derecha de Vox no tiene precedentes en nuestra historia democrática. El nuevo Ejecutivo es el fruto de unas elecciones exquisitamente limpias y de una mayoría parlamentaria. Estamos ante una situación verdaderamente preocupante como es el hostigamiento diario durante varias semanas de numerosas sedes socialistas. La cuestión esgrimida en las protestas es el rechazo a la amnistía propuesta por un Gobierno legítimo que, en todo caso, deberá aprobar el Congreso de los Diputados, a los implicados en el procés por la independencia de Cataluña. Es una amnistía que exigió el pacto entre el PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez.
Las dudas sobre la validez de la ley orgánica que regulará la amnistía solo pueden y deben ser despejadas por el Tribunal Constitucional y las instituciones europeas. Cuanto antes lo decidan, mejor. Recurrir a otros medios es la mayor contradicción en la que están incurriendo jueces, políticos y empresarios y...