Una oleada de incendios forestales de proporciones y virulencia inéditas ha arrasado España durante este pasado agosto. El fuego ha costado la vida a cuatro personas y ha calcinado una superficie de 412.253 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés). Las comunidades más perjudicadas han sido Galicia (95.000 hectáreas), Castilla y León, Extremadura, Asturias y Cataluña. Varios miles de vecinos de más de 50 pueblos y aldeas han tenido que ser desalojados.
Una ola de desolación ha atrapado a los habitantes de amplias zonas rurales donde los agricultores y ganaderos han visto que en cuestión de horas lo perdían todo: viviendas, granjas, ganado, árboles frutales, cultivos agrícolas y pastos, y también su futuro. Al cierre de esta edición, el 26 de agosto, seguían activos una quincena de incendios y cientos de personas permanecían desalojadas.
EFFIS ha destacado el crecimiento exponencial de los territorios devorados por las llamas en la Unión Europea, que durante las semanas críticas de agosto superaron el millón de hectáreas, cuatro veces más...