"No queda otra que ser antisistema". Diáfana, la conclusión a la que llega el economista gallego Albino Prada Blanco tras analizar "la sociedad de mercado" en que vivimos, y que califica de "distopía".
¿Una distopía? Si en la Tierra aterrizara un marciano y le contaran lo que hay, la afirmación se entiende mejor. Objetivamente, hay una lucha entre un imperio en declive (EE UU) frente a un poder emergente (China). Y la batalla se libra sobre un tablero que reserva un papel primordial, en ocasiones mayor que el de los mismos Estados, a grandes multinacionales y a grupos financieros globales, cuya lógica de competencia y de búsqueda de beneficio lleva a rebajas en las condiciones de vida y trabajo de la gente, a la imposibilidad de acceso a la vivienda para una parte importante de la población, a migraciones masivas de personas que intentan sobrevivir donde y como pueden, mientras se abren paso Gobiernos posdemocráticos con frecuencia liderados por demagogos ante una ciudadanía "consumista por encima de cualquier otra consideración", con el corolario de una sobreexplotación de recursos que pone en riesgo la...