Las crisis económicas no solo destruyen puestos de trabajo, por mucho que así se contabilice en las estadísticas. Sobre todo, golpean vidas humanas de carne y hueso y fulminan proyectos vitales. A menudo se requiere mucha fortaleza mental, y una amplia red familiar o de amistades, para salir adelante de los sucesivos tsunamis que nos regala el capitalismo.
Es el caso de Alfonso Vila Francés, periodista, poeta y fotógrafo, que plasma en este libro la rabia por las consecuencias personales de la Gran Recesión de finales de la década de 2000, donde cada pérdida de empleo podía comportar además un desahucio en potencia y una familia rota. Este libro es un valioso testimonio de lucha frente a la adversidad, pero también una oda a la cultura y una expresión de amor hacia las vocaciones auténticas que aportan vida —la escritura, la poesía, la fotografía, el periodismo—, incluso en las circunstancias más complicadas y aunque el mercado las maltrate
