Vivir en una plaza de garaje
La cámara nerviosa de The Architect se asoma al abismo de vivir en un parking sin librarse del riesgo de desahucio
Los garajes tienen un halo de mito desde que startups muy exitosas, convertidas en gigantes de Internet que están al tanto de todos nuestros movimientos, nacieron en ellos. Menos glamurosas son las simples plazas de aparcamiento, que, entre el drama y la comedia, y separadas entre sí por cortinillas, se presentan como posible solución mágica al imposible acceso a la vivienda. Es el trasfondo distópico, esperemos, que plantean los cuatro miniepisodios de The Architect, la propuesta noruega ganadora de la sección de series del Festival de...