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Internet como una gran ciudad

El anonimato promueve el odio y la violencia, especialmente contra mujeres y personas LGTBIQ

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Abril 2023 / 112
Hostilidades en las Redes

Ilustración
Andrea Bosch

Hoy día podemos afirmar que nuestra vida está totalmente travesada por las tecnologías de la relación, información y comunicación (las TRIC), que se han vuelto imprescindbles para relacionarnos, estudiar, trabajar, hacer trámites, consumir, tener relaciones sexoafectivas, expresar nuestras opiniones y acceder a múltiples espacios para la participación social. 

Hoy día también podemos afirmar que si utilizas dispositivos electrónicos y navegas por Internet en un 80% de probabilidades esta experiencia de connexión va asociada a recibir o bien presenciar violencias digitales, que afectan de manera específica a mujeres y personas del colectivo LGTBIQ. Si Internet fuera una ciudad con sus calles y sus plazas y presenciáramos día sí y día también insultos, difamaciones, intromisiones de nuestra intimidad, etc. nos sorprendería muchísimo. Sin embargo, en los espacios digitales de socialización esto ocurre y, en cierta manera, está normalizado. ¿Y es que acaso consideramos que una parte de Internet no es nuestra porque pertenece a las plataformas comerciales? 

El supuesto de que las tecnologías son neutras y despolitizadas no existe. En el momento en que nuestros datos y nuestros patrones de navegación se convirtieron en mercancías para los intermediarios de datos y las plataformas comerciales de redes sociales fue cuando se establecieron las condiciones para una tormenta perfecta de misoginia y racismo en línea. Estas platafromas estan diseñadas para facilitar la viralidad, las burbujas de filtro, la adicción, la polarización y el seudoanonimato. El discurso de odio y la violencia de género pueden monetizarse y sus perpetradores pueden camuflarse fácilmente. Sus acciones son muy difíciles de denunciar y la mayoría de las plataformas de redes sociales no hacen lo suficiente para contrarrestar el discurso de odio, la desinformación y la violencia de género en línea.
 

Corresponsabilización

Por ello, es importante empezar a reivindicar Internet como un espacio libre de odio y violencias machistas digitales y como un espacio de corresponsabilización y derechos. Hacen falta políticas públicas y leyes específicas que regulen estos derechos en el marco de las plataformas y aplicaciones comerciales. También, dar apoyo al desarrollo de infraestructuras tecnológicas que pongan en el centro los derechos y los valores de  justícia social y de género y dar soporte a las organizaciones feministas que apoyan a las mujeres y personas LGTBIQ que confrontan discursos de odio y violencias machistas digitales. La democratización de Internet es un asunto urgente.