Por un sector público de calidad
Tenemos una oportunidad de cambiar un modelo que necesitamos bien gobernado, transparente y que rinda cuentas
En el contexto actual, el papel del Estado como simple poseedor de activos, con el objetivo de mantener posiciones estratégicas o el de defender áreas históricas de intervención económica, presupone una actuación muy alejada de sus potencialidades. Este país no puede permitirse no revisar esta situación.
Una acción para modernizar el modelo debería afectar tanto al sector público empresarial como al ámbito regulatorio. Al mismo tiempo, las condiciones de los mercados plantean nuevas necesidades al Gobierno a la hora de configurarlos.
En cuanto al sector público empresarial, la necesidad de reformarlo es perentoria. El volumen de recursos que maneja (Enagás, CaixaBank, Aena, Redesa, Sareb); el que tiene capacidad de gestionar (Correos, Renfe, Paradores, Tragsa); o los que en el futuro puede gestionar (Telefónica, Autopistas, además del conjunto de las demás empresas de la SEPI) exigen una visión actualizada que formalice su gobernanza, potencie su trasparencia y comprometa una pautada rendición de cuentas.
Debemos articular una moderna arquitectura para que la tenencia eficiente de este conjunto de activos se...