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Un país para viejos

Gestionar el impacto económico del envejecimiento en el estado del bienestar es un desafío comparable a la crisis climática o los avances tecnológicos

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Junio 2024 / 125
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Señora mayor

Fotografía
Marti Petit

Europa en general, y España en particular, viven un cambio demográfico de enorme calado. El envejecimiento de la población iniciado a finales del siglo XX va a ir acelerándose a medida que avance el siglo XXI y, por sus características propias, España es uno de los países donde se va a sentir con mayor intensidad. Estamos ante un desafío comparable a los de la crisis climática y los avances tecnológicos que va a tener un enorme impacto económico y social,  como ya ha sucedido en países que van por delante en este proceso, como Japón.

Aunque España no es todavía un país envejecido —se sitúa en la media europea en lo que se refiere al peso de la población mayor sobre el total de la población—, todas las proyecciones apuntan a que lo va a ser muy pronto por tener una de las esperanzas de vida más altas del mundo —más de 80 años en el caso de los hombres y más de 85 años en el caso de las mujeres— y una bajísima tasa de fecundidad: 1,16 hijos por mujer.

Parafraseando el título de la película de los hermanos Cohen, España va a ser un país para viejos. Los mayores incrementos en la edad media de los...

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