La actividad económica es uno de los subsistemas a través de los cuales nos relacionamos con el resto de las personas en sociedad. Nos unen numerosos lazos como la familia, las amistades, el vecindario, la cultura y la localidad en la que vivimos. Otros lazos los establecemos a través de actividades de ocio, académicas o religiosas, y luego, claro, otros que están relacionados con la economía como el consumo, el trabajo y las finanzas.
Sin embargo, algunas personas (sobre todo, algunos/as economistas) pretenden que reduzcamos todo nuestro bagaje vital a cuestiones económicas, limitándonos a ser meros homos economicus que únicamente se definen como consumidores, trabajadores o ahorradores y que continuamente, a través de un comportamiento racional, buscan optimizar su cartera en cada acción cotidiana.
Así, el comportamiento de las personas se supone que se basa en la racionalidad económica, es decir, que cada una de nuestras decisiones consigue maximizar la utilidad de lo que consumimos, del trabajo que tenemos, de las inversiones que hacemos, etc. Para ello, cada acción que nos ocupa incluye una valoración previa de...