Puede que el título de este libro resulte una obviedad, pero es perfecto para empezar a desmontar los estereotipos que han castigado África desde finales del siglo XIX, cuando las potencias europeas se repartieron su inmenso territorio y dibujaron unas fronteras artificiales sin contar con la opinión de las poblaciones locales.
El periodista nigeriano Dipo Faloyin echa por tierra el relato histórico impuesto por los colonizadores y nos habla de un continente que es mucho más que paisajes deslumbrantes, animales en libertad, guerras civiles, hambrunas y enfermedades. Por el contrario, esboza un complejo mosaico de culturas e identidades compuesto por 54 países y habitado por 1.400 millones de personas, al tiempo que ofrece una visión genuinamente africana de las relaciones familiares, la gastronomía, el fútbol, la creación artística y los negocios. Defiende Faloyin un panafricanismo que respete las distintas idiosincrasias y rechace los enfrentamientos étnicos y concluye con una firme defensa de la autodeterminación: que sean los africanos quienes decidan cómo será el África del futuro.