El claroscuro de los monstruos
El viejo mundo, caracterizado por la sacralización de lo privado y la supremacía del dinero, murió en 2008 y lo hemos mantenido con vida artificialmente. Queda por ver cuánto dolor costará parir el mundo nuevo que tarda en aparecer.
De superestructuras, bloques hegemónicos y demás conceptos gramscianos podemos hablar cualquier otro día. Hoy viene a cuento la frase más poética, certera y comprensible de Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.
El viejo mundo murió hace ya algún tiempo. El deceso ocurrió en 2008.
El viejo mundo murió en 2008 y lo hemos mantenido con vida artificialmente
La gran crisis financiera se llevó por delante las maltrechas superestructuras institucionales e ideológicas (y dale con Gramsci) con...