Hace tiempo, Muriel Pénicaud, entonces ministra francesa de Trabajo, declaraba: “se sabe que un empujón al salario mínimo destruye empleo, por tanto, no es un buen método”. Pero lo que se sabe, sobre todo, es que no se sabe nada, pues no hay nada que confirme este supuesto teorema.
Retroceso: La crisis no ha golpeado por igual a todos los hogares. Para reactivar el consumo no podemos contar con los que han perdido parte o todos sus ingresos.