El gran debate nacional francés va a generar frustración, pues, incluso dejando a un lado marco en el que se inscribe, aunque unos y otros sean escuchados, no puede satisfacer a todos dada la diversidad de ideas y lo divergentes que suelen ser los intereses.

Fiscalidad: La respuesta de Macron a las protestas ignora a los pobres, favorece en parte a las clases medias y no perjudica a los más ricos.

La derecha ecuestre y reconquistadora, también llamada ultraderecha, le tiene ganas al sistema autonómico. Y no son pocos quienes desde la izquierda proclaman abiertamente sus preferencias jacobinas.

El movimiento de los chalecos amarillos es rico en enseñanzas. La primera está relacionada con su surgimiento. Tras haber revolucionado el amor gracias a las webs de encuentros, Internet hace que surja un movimiento social sin precedentes.

Frenazo: La ralentización de la actividad y el resurgimiento de tensiones políticas, monetarias y comerciales amenazan el crecimiento de los diecinueve.

División: El movimiento de los ‘chalecos amarillos’ cuestiona las dinámicas de desigualdad que desde hace varios años operan en la sociedad francesa.