Los estragos de la covid-19 han interrumpido dos décadas de reducción constante del trabajo infantil en el mundo. El repunte se concentra ahora en el África subsahariana.
Explotación: Para evitar un retroceso de décadas en la protección a la infancia va a hacer falta una actuación pública que esté a la altura de lo que está en juego.
Las organizaciones de comercio justo piden a la UE que fuerce a las empresas a examinar su cadena de suministro para salvaguardar los derechos humanos.
La catástrofe de Bangladesh solo ha sido el ejemplo de una industria que produce en países con alto grado de corrupción y baja o nula protección de los derechos laborales.