La contraofensiva ucraniana apunta al gas ruso
La toma del gasoducto de Sudzha pone en evidencia las debilidades de Gazprom y obliga a Putin a buscar nuevos socios para exportar
Sudzha es una pequeña localidad rusa de 5.000 habitantes con algunas casas coloridas, otras en ruinas, una iglesia ortodoxa en la calle de Lenin y un parque limpio. Pero cuando cayó en manos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el 14 de agosto, tras el ataque en la región rusa de Kursk, fue una captura muy estratégica debido a su estación de medición de gas, que permite saber con precisión el volumen de lo que entra y sale de los gasoductos. También es el último punto de cruce del gas ruso hacia Europa a través de Ucrania.
El gasoducto...