Periodismo: cuestión de confianza
El auge de la industria del bulo y su impacto en la democracia exige repensar el marco legal y económico para garantizar el derecho a recibir información veraz
No todo el mundo tiene el tiempo, las ganas o los conocimientos para contrastar y divulgar información: es una realidad que, en parte, viene impuesta por la división social del trabajo, de igual manera que no dejaríamos nuestra salud en manos de cualquiera. A grandes rasgos, la labor de los periodistas consiste en recabar datos de fuentes conocedoras para luego explicarlos a un público que no es el mismo que se los ha transmitido a ellos. Y explicar es mucho más que una mera traslación de hechos: es una práctica que lleva asociada un conjunto de métodos entendidos a la manera de Manuel Sacristán, en tanto que operaciones seriadas y repetidas, transparentes, que es posible replicar.
Tras la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk, el magnate ha popularizado la consigna “ahora vosotros sois los medios”. La conocida red de microblogging, hoy llamada X, permite, como otras redes sociales, una producción y distribución de contenido no mediada ni modulada por otros operadores, pero también con unos estándares de moderación más bajos que los que imperaban antes de la citada compra y bastante lejos de los del...