Poner fin al dinero que arrasa los bosques
Las organizaciones medioambientales instamos a la UE a detener los flujos financieros destinados a la destrucción de la naturaleza
El año 2023 fue un año de beneficios récord para las tres mayores entidades financieras españolas. Pero también fuimos encadenando récords de incremento de temperaturas a nivel global. Así que malos tiempos para el planeta y buenos para los negocios. Como advierte un informe reciente1 que monetiza el valor del capital natural sin precio de mercado (las famosas externalidades) “ninguna de las principales industrias del mundo sería rentable si pagara por el capital natural que utiliza”.
El problema está detectado y los grandes acuerdos multilaterales empiezan tímidamente a hablar de ello. La meta 14 del Marco Mundial sobre la Biodiversidad2, acordado por Naciones Unidas en 2022, señala que es fundamental “alinear todas las actividades y flujos fiscales y financieros con la protección de la biodiversidad.” Pero pasar de los grandes acuerdos a marcos normativos de obligado cumplimiento está siendo difícil. Lo hemos visto recientemente durante la tramitación del Reglamento de la Unión Europea E sobre deforestación (EUDR)3, aprobado en 2023 y que pretende reducir el impacto del consumo sobre los ecosistemas...