El ocaso de la España intelectual social
El documental Palabras para un fin del mundo pone en duda la versión oficial sobre la muerte de Miguel de Unamuno y denuncia la manipulación de su figura por los franquistas.
El documental Palabras para un fin del mundo pone en duda la versión oficial sobre la muerte de Miguel de Unamuno y denuncia la manipulación de su figura por los franquistas.
Más de ocho décadas han transcurrido desde que el fatídico 31 de diciembre de 1936 falleciera Miguel de Unamuno, uno de los intelectuales de referencia en España y Europa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El documental Palabras para un fin del mundo ahonda en los últimos años de vida del que fuera rector de la Universidad de Salamanca, diputado en las Cortes republicanas y miembro de la Real Academia Española durante su trayectoria como escritor, filósofo y profesor. Polémica y contradictoria, su figura está fuertemente marcada por sus opiniones políticas, que cuestionaron tanto el republicanismo como el fascismo, causando una gran complejidad alrededor de su obra. Ahora, el film dirigido por Manuel Menchón pone en tela de juicio la veracidad de los hechos registrados oficialmente el día de su muerte y deja sin resolver el misterio sobre lo sucedido en su casa. Ese día solo hubo un testigo, Bartolomé Aragón, quien afirmó que las últimas palabras de Unamuno fueron “España se salvará porque tiene que salvarse”. Tanto su papel en el domicilio del escritor como su testimonio (histórica frase incluida) son cuestionados en la película, que, a través de varios documentos y datos relevantes hila un relato en el que Unamuno podría haber sido asesinado por los mismos que horas más tarde le rindieron honores.
El filme ofrece material inédito sobre Unamuno
Palabras para un fin del mundo es fruto de una rigurosa investigación sobre la vida del catedrático español, construida a partir de documentos y correspondencia oficiales. Destaca material inédito hasta ahora que demuestra las presiones del Tercer Reich para que la Academia Sueca no concediera el Premio Nobel a Unamuno, por considerarle un enemigo del fascismo. Ese año, 1935, el Nobel de Literatura quedó desierto.
Propaganda golpista
A lo largo de su metraje se hace hincapié en el sistema de propaganda que se implantó en las ciudades sublevadas. Desde Salamanca, centro de la actividad de prensa y propaganda de las tropas de Franco, con el general Millán-Astray a la cabeza, el bando golpista controlaba toda la información que se emitía tanto dentro como fuera de las fronteras españolas, valiéndose de declaraciones sesgadas de Unamuno, manipuladas a la conveniencia de los fascistas, así como él mismo denunció en sus escritos.
La obra de Menchón, disponible en la plataforma Filmin, arroja luz y sombras sobre la figura de Miguel de Unamuno, a quien pone voz un excelso José Sacristán, y denuncia que su relevancia intelectual fuera instrumentalizada concienzudamente para reforzar la opinión pública en torno al golpe de Estado.