Un paso del 'micromaltrato' a la violencia de género
El amor, la compasión y el dejarse atacar tienen límites difusos. Y los maltratadores pueden ser buenos tipos. Por eso, muchas mujeres vuelven con ellos.
Un hombre violento no es necesariamente un monstruo todo el rato. Sería fácil escapar de un monstruo, pero no es siempre así. De hecho, puede ser una persona muy querida por mucha gente. Puede ser un buen tipo que en algún momento hasta protege a la mujer que tiene al lado y la ayuda como un amigo cuando necesita un apoyo.
Esta idea recorre la trama central de la serie La asistenta, distribuida por Netflix. Y nos permite entender por qué muchas mujeres golpeadas vuelven con sus maltratadores. O se quedan y aguantan hasta que es demasiado tarde. En España, el 60% de las víctimas mortales por violencia de género no había denunciado a su agresor.
Denunciar no es fácil. Poner límites tampoco. Y es difícil distinguir dónde empieza el maltrato, cuando está tan extendido en muchísimas parejas el micromaltrato, descalificando, hablando mal, gritando… No es tan sencillo para muchas saber cuándo lo podemos llamar efectivamente “violencia de género”. Por ello, muchas mujeres no pueden creer ni decir que ese hombre al que han amado y al que siguen amando, que todo el mundo adora y que, a veces, cada vez más veces, le grita o la descalifica, o que alguna vez ha saltado más de la cuenta, rompiendo algún objeto, es violento. ¿Estaré loca? ¿Estaré sobreactuando? ¿Seré yo la que me victimizo? Hasta que el hombre no le pega, parece que no puede decir “sufro violencia de género”. Cuando, además, se mezclan el amor y la compasión.
De más está decir que, aunque no es el caso de la serie, muchos hombres violentos, verbalmente violentos, psicológicamente violentos, no son tipos que se mueven en la marginalidad, sino señores muy respetados, altos cargos, directores, médicos, políticos, empresarios y gente con poder. Y esos son los más peligrosos. Porque pueden aniquilar a la mujer desde lo económico, para que no salga adelante, con influencias.
La dependencia económica es otro de los aspectos clave de la serie. Los hombres violentos, que son, en realidad, hombres muy vulnerables, con miedo al abandono, harán lo que sea para que la mujer no tenga dinero. Le quitarán como sea cualquier ahorro. E intentarán como sea que dependan de él. Y sobre todo si tienen hijos, que ellas temerán perder o que salgan más perjudicados.
Quiero creer que las mujeres estamos cambiando. Al menos hay más denuncias que antes. Se van animando. Y la fuerza de estas mujeres es muy admirable. Espero que poco a poco, no importa si se van sin un centavo en el bolsillo, como sea, se vayan más mujeres, aunque haya que caminar una montaña cargando a una criatura, como en La asistenta.
La asistenta
EE UU, 2021
10 episodios
Guion y dirección: Molly Smith Metzler
Intérpretes: Margaret Qualley, Andie MacDowell, Billy Burke