Una historia épica de cohesión
‘El 47’ retrata magistralmente una de las mayores historias de éxito en este país: la lucha por la dignidad de los barrios del extrarradio de Barcelona y la creación de “un solo pueblo”
No hay que tomarse al pie de la letra El 47, la emocionante película que retrata la llegada al extrarradio barcelonés de inmigrantes del resto de España en condiciones míseras durante el franquismo y su lucha por la dignidad a través del líder vecinal Manuel Vital en Torre Baró. Abundan las licencias literarias —como los cameos de Pasqual Maragall, homenaje entrañable al exalcalde que le coloca incluso dentro del bus que Vital secuestró para reclamar que llegara al barrio— y, como acertadamente ha subrayado el periodista Marc Andreu, se omiten aspectos esenciales de contexto, como el papel clave de la militancia comunista y sindicalista de Vital.
Y, sin embargo, se trata de una película excepcional, que retrata tan bien como las mejores novelas una época muy complicada que tuvo un insólito final feliz, tanto para la mayoría de personas expulsadas de sus tierras por la miseria y la represión del caciquismo franquista como por los barrios y sociedades democráticas que entre todos fueron capaces de construir gracias a una lucha compartida; no exenta, claro está, de muchas tensiones. Y es que los derechos no caen del...