Contra la desinformación, regulación
Las 'fake news' y las medias verdades ponen presión, y son también acicate normativo, para las frágiles democracias europeas
Un falso vídeo de Emmanuel Macron en el que anunciaba su dimisión se volvió viral en Níger, en septiembre de 2023. En noviembre del mismo año, otro deepfake, generado por inteligencia artificial (IA), mostraba al canciller alemán, Olaf Scholz, pidiendo al Tribunal Constitucional Federal de su país la prohibición de la “fascista” Alternativa por Alemania. Unas grabaciones de audio falsas distorsionaron por completo las pasadas elecciones eslovacas, mientras que centenares de perfiles falsos en Facebook amplifican hoy de manera coordinada propaganda progubernamental en Hungría. En un año de elecciones europeas, con distintos comicios en 12 Estados miembros, y legislativas en cuatro países candidatos a la Unión Europea (UE), la desinformación —que adopta formas cada vez más sofisticadas— se ha convertido en una amenaza real para las frágiles democracias europeas. Por esta razón, Bruselas ya ha advertido a las grandes plataformas tecnológicas —entre las cuales TikTok, X y Facebook—, que pronto tendrán que identificar el contenido generado por IA que se comparta en estas redes.
La desinformación se ha...