¡Felicidades, primos!
El director de la revista francesa analiza la crisis de los medios y apunta claves para consolidar un modelo honesto y a contracorriente.
¡100 números ya! Me acuerdo muy bien del día en que Thierry Pech, que entonces dirigía la redacción de Alternatives Economiques, nos anunció que iba a crearse una nueva revista al otro lado de los Pirineos. Una publicación homónima, con el mismo proyecto editorial y, sobre todo, el mismo proyecto de empresa. Un medio a la búsqueda de alternativas y ansioso de ser él mismo una alternativa. El simple hecho de que un medio eligiera la fórmula cooperativa era ya relevante, pero saber que, además, iba a enarbolar nuestra misma bandera y llevarla a los quioscos españoles fue un motivo de orgullo para el joven periodista que yo era entonces. Y más todavía teniendo el privilegio de ver algunos de nuestros artículos traducidos a la lengua de Cervantes. Nos sentimos menos solos en el combate en defensa de una información independiente, exigente y accesible sobre las grandes cuestiones económicas y sociales. Casi una década más tarde, qué alegría supone ver que Alternativas económicas edita su número 100. Gracias a Andreu Missé y a todo su equipo por demostrar a los escépticos que estaban equivocados. Por haber...