¡La canción protesta!

Esto que tenéis entre las manos nació una tarde de primavera, en la calle Vallespir, 59 del barrio de Sants de Barcelona. La librería y tienda de discos La Conxita (cooperativa de Marcel, Carla y Adri) acogió la fiesta de conmemoración de los 10 años de la revista Alternativas económicas. Todo surgi unas semanas antes cuando coincidí con Pere Rusiñol en un evento de la economía social y solidaria de Barcelona: "Pere, ¿qué hacéis por los 10 años de la revista?", pregunté. Respuesta: "Pues... ". Y yo: "Ya veo que nada, verdad? Os monto una fiesta pinchando discos. ¿Va bien?". 
¡Allá vamos!

Aquí nos tenéis, con Xavi Sound System de PD (ponedor de discos: es otra manera de llamar al DJ, con la diferencia de que el que pone discos lo hace uno a uno, y son dos platos, sin mezclar las canciones).
Van llegando asistentes a la fiesta, buena gente de espíritu ilustrado. En este preámbulo, con las tres canciones, el PD Xavi Sound System va explicando lo que va a suceder: además de los parlamentos, brindis y soplo de velas del pastel de 10º aniversario, vamos a realizar un extenso recorrido musical, primero en cuenta atrás des de 2023 a 2013… y después a aquello que el tiempo nos permita (dado que la buena gente de La Conxita tiene el derecho de hacer compatibe trabajo y vida, y a las 20.30 horas querrán bajar la persiana. Pero aún no podemos empezar, porque la redacción de la revista va con retraso, ya que están cerrando el próximo número y la “banca se vuelve a desplomar” (esa tarde, el Deutsche Bank).

Cuando ya han llegado los que han podido venir y, también la redacción en pleno (el último: Pere), arranca la fiesta. Se trata de escuchar (y para una inmensa mayoría, descubrir) una canción fechada en cada uno de los años de existencia de la revista. Pero no cualquier canción, sino algunas de la música que, constantemente, nos dice mucho de nuestras vidas y hasta de la economía.
Esto es lo que le gusta al PD Xavi Sound System: escuchar y explicar la música que hace, precisamente lo contrario de lo que la gran canción de los The Smiths denuncia y que, por eso, en Panic, Morrissey invita a quemar la discoteca y ahorcar al bendito DJ.

En muchas ocasiones, damos la importancia a la letra. Sin embargo, Jeff Tweedy tiene toda la razón del mundo: “La melodía manda. Las canciones se rigen por la melodía. Creo que la melodía, más que las letras, es la que hace todo el trabajo emocionalmente. Cuando escribo letras, o cuando adapto un poema a una canción, mi objetivo es interferir lo menos posible con cualquier hechizo que esté lanzando la melodía. También espero, en el mejor de los casos, que las palabras mejoren la canción en algún aspecto, que añadan un significado o aclaren y subrayen lo que la melodía me está haciendo sentir”. 

Proceso creativo

Y otro matiz muy importante: “Después de componer una canción, siento que mi relación con ella, en cierta manera, ha terminado. Puedo disfrutar del proceso de escribirla y grabarla, pero después de eso, ya no es algo que me ayude a desaparecer. Ya solo es para mí otra canción que añadir a un set list. Son los demás los que hacen que su vida sea breve o larga. Las canciones se convierten en vasijas en las que ellos se vierten. Y me parece genial. Es increíble, pero es lo máximo a lo que puedo llegar. A menos que sea Heavy Metal Drummer, en cuyo caso puedo decirte exactamente de qué va. Es una forma de recordarme a mí mismo que debo relajarme de vez en cuando. Eso es todo.”
Así es cómo empezó la cuenta atrás, desde 2023 a 2013.
Empecemos. 

Populares y activas

Creación compartida y con la participación de diferentes componentes de Balkan Paradise Orchestra, Roba Estesa, La Tresca i la Verdesca, entre otras personas intérpretes y co-compositoras, y grabado y mezclado por Mario Patiño en La Atlántida Estudio de Tarragona. Canción emblema de la campaña 2023 de la Xarxa d’Ateneus Cooperatius de Catalunya (la XAC), el programa de difusión y consolidación del cooperativismo y la economía social y solidaria de la Generalitat de Catalunya; campaña de comunicación ejecutada por diferentes cooperativas de comunicación, y, en el caso concreto de la canción-emblema, por El Far Cooperatiu, cooperativa de Tarragona.

¿Qué nos cuenta la canción de 2023?  En su letra se describe con detalle lo que es la economía social y solidaria en Catalunya (y en tantos lugares), así como qué pretende, significa y aporta, concretamente en sus prácticas, sectores y actividades, para la vida cotidiana de las personas. 
Más allá del título, motivo inicial y recurrente “populares y activas” que describe las iniciativas, colectivas, de la ESS, destacar aquello que dice en el final del puente de la canción, antes de atacar definitivamente el estribillo: “Sé que no es fácil ser coherente, poco a poco con la gente, nadando contracorriente ”.

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Líbrame del mal

El grupo, liderado a la voz principal por Abraham Boba, nos retrata, en su LP publicado a inicios de 2022, un mundo en plena última ola pandémica. Desde la primera frase retrata, sí, el final de una era, o de los estertores de ella, a la manera gramsciana: lo viejo no termina de morir, lo nuevo no acaba de nacer y, en el entretiempo, aparecen otra vez los monstruos. El retrato continúa con la referencia a la famosa sentencia del monólogo final del replicante Roy Batty (interpretado por Rutger Hauer en la película Blade Runner de Ridley Scott, de 1982 –adaptación de la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick-). Después podríamos interpretar una referencia al ciclo sociopolítico surgido con el 15-M (mayo de 2011), ya extinto, al situarlo en el pasado y con melancolía. 

Superado el puente medio estribillo  (Ven / Líbrame del mal/ Hey/ Líbrame del mal), encontramos una posible referencia al momento de cierre total al inicio de la pandemia ("el viento que barre las calles vacías") para conducir a las dos frases definitivas: "Atravesé aquel tiempo con estupor y delirios. No sabes bien lo que tienes hasta que lo das por perdido." 

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Fiera de mí

La canción de Arnal y Bagés nos puede remitir claramente a la emergencia climática y la crisis de los cuidados, así como al colapso del sistema noroccidental-céntrico. Y lo hace des del sentimiento razonado, ya des de la primera frase y primera estrofa: ¿naceríamos personas humanas conociendo la pesadumbre de la humanidad, capaz de generar su fin y, a su vez, transformarlo en sentido de pertenencia? Es el capitalismo el que destruye la vida (el latido perdido por el clic del capital), su vector occidental-céntrico que afecta la diversidad global (las afectadas por la mano occidental), los conocimientos ancestrales exterminados, como a las mujeres sabias en el medioevo (los secretos del cosmos ancestral, muertos en flamas como la bruja medieval), la extinción de la biodiversidad (las abejas que se pierden sin panal). Todo en un crescendo para conducir a la pregunta que concentra la cuestión, la lucha entre el capital y la sostenibilidad de las vidas: "En cada rincón del mundo/ Y en el reino mineral /Hay algo que los humanos / Dimos tan por natural /Y si cuidar no fuera/ Capricho moral/ Y fuera pura/ Condición vital, ah." Y, dando contrapunto continuo, el estribillo, introducido la primera vez por una apelación a la des “racionalidad” y a la contradicción ("Yo ya lo tenía claro/ Desde que te vi llegar/ Aunque tú también humana/ Sacas mi animalidad, ah)". Y, así, en cascada la manera de sostener las vidas vivibles, sería el estribillo: "Caminito de perlas /Muerde muerde/ Muérdeme el cuello, ah (por dieciséis veces, YA!)". 

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El antiplanetismo

Esta canción de Los Planetas, con la voz inteligible de J(ota), es un buen retrato de aquello que pudieron (pudimos) pensar muchas personas en medio de los momentos más duros y oscuros del 2020 (aquel “quien me ha robado el mes de abril, cómo pudo sucederme a mí”). Así, cuando afirman "Pero me duele escuchar/ A los que repiten lo que les han dicho/ Sin pararse a pensar/Ni un segundo en lo que les han dicho", podría interpretarse como una crítica a los “negacionistas”, conectando con el mismo título de la canción (El Antiplanetismo); pero también, a los acólitos acríticos de los discursos oficiales transmitidos, por ejemplo, por los responsables de Sanidad del Gobierno español acompañados por los “cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”. Una estrofa después, J(ota) saca el cuchillo, primero para posicionarse sociopolíticamente y después para desmenuzar y exigir responsabilidades: "Si aquí hay dos bandos/ Son el de arriba y el de abajo/ Por si acaso necesitas encontrarnos/ Vamos a estar siempre con los de abajo (…) Los que aumentan sus riquezas/ A costa de nuestra pobreza / Son los que van a pagar/ Cuando se sepa por fin la verdad." Para darle otra vuelta de tuerca, en el fragmento siguiente, donde se denuncia la desinformación generalizada y, a su vez, el organizado exceso de ruido informativo: "Nos oyen a los demás/ Y se creen que son libres/ Son esclavos, nada más/ Y se creen que son libres/ Si no aprenden nada."

Así, cabe decir, que en el LP de 2022, donde también se publica esta canción (Las Canciones del Agua) hay otra pieza  destacable como crítica sociopolítica, La nueva normalidad. En esta, en primera persona del plural ("Mi hermanito y yo empotramos un camión/ En mitad de New York mientras sonaban las sirenas"), se describe una amotinamiento popular, en la Quinta Avenida de Nueva York, y se va relatando las diversas “adquisiciones” de productos en las grandes marcas de consumo masivo y/o de lujo (Apple, Microsoft, Louis Vuitton, Adidas,  Amazon, Mercedes…): “A un coche de policía/ Sin ningún agente dentro/ Como vimos que no ardía/ También le metimos fuego/ Y entramos en Amazon y pillamos munición/Y pistolas y escopetas para armar nuestra revuelta”.

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Los entusiastas

La canción, de Manel y letra de Guillem Gisbert (en catalán), con un estilo de ambigüedad calculada marca de la casa Ceràmiques Guzman (su sello discográfico propio desde el mismo disco Per la bona gent), tendría su fragmento con mensaje sociopolítico más evidente en: "El enemigo es muy listo y nos supera en recursos y en número, sabe qué quiere y lo consigue / El enemigo veranea en primera línea de costa y no está haciendo prisioneros". 

Ese enemigo, difuso, que en el resto de la canción está implícito, aparece en esta estrofa, pudiéndose interpretar como la clase bienestante capitalista (veranea en primera línea de costa, nos supera en recursos, y no hace prisioneros), con el único “error o gazapo” de nos supera en número, pero que ahora es el caso de subrayarlo. No obstante, el resto de la caracterización encajaría, porque no le hace falta hacer prisioneros, cuando de facto buena parte de la sociedad ya es esclava de hipotecarse y mal-vivir de crédito. 

El resto de la canción describe ambiguamente situaciones que podrían interpretarse como crítica sociopolítica descriptiva: la desunión y enfrentamiento entre barrios barceloneses de clases sociales diferentes (en un parque limítrofe del Eixample y Sants, hay guerra entre los tristes del Putxet –clase alta-, los sarcásticos de Badal –clase baja-, los vencidos de La Creueta –clase media- y un cínico de Horta –clase media, tirando a baja-); el líder del comando del coche, de facto, es quien transmite el mensaje general de la canción ("aquí queremos vivir entusiasmados") y representaría la posición dominante en la sociedad, los integrados, aquellas mal llamadas "mayorías silenciosas" ("Si algo queremos mi gente y yo/ no es servir de ejemplo, no es tener razón./ Si algo anhelamos es la vibración, el estallido de locura en los ojos del inventor. Aquí queremos vivir entusiasmados"). Asimismo, el narrador cínico de Horta describe que, junto a las monedas en su puño, la nota que lo acompaña le dice aquello que describiría esa mayoría de integrados silenciosos: "si un buen día decides contactar, deja una vela en la ventana./ Estamos organizados, vivimos en sociedad, topamos contigo en las esquinas / vamos al súper, a la pelu, buscamos planes para el fin de semana."

Finalmente, como conclusión certera, el estribillo ("Aquí queremos vivir entusiasmados") se transmuta cambiando el queremos por escogemos para finalizar prefiriendo un relato (complaciente y  anestesiado) a la realidad cruda: "Aquí elegimos vivir entusiasmados /Aquí queremos una buena historia antes que la verdad./ Con lujo de detalles, con lujo de detalles".

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Llorando en la limo

Vaya, qué manera de provocar, incluyendo a “Pucho”, C.Tangana, o sea a Antón Álvarez Alfaro en una lista de canción protesta! Precisamente por eso, a continuación doy voz a la cover, la alternativa en el vespino en lugar de la limu(sina), de Cariño (la banda de Lavapiés formada por Paola Rivero, Alicia Ros y María Talaverano).

No obstante, tiene su punto interesante la canción de C. Tangana y, en buena parte, conectaría con la tesis del libro de Ernesto Castro Córdoba El trap. Filosofía millennial para la crisis en España (Errata Naturae, 2019). 

Así, más que un género de canción protesta, el trap y muchas otras etiquetas con las que “describir” al Pucho y otros (más que otras), y en especial esta canción como estandarte, ¿explicitaría una actitud ante la vida y la crisis estructural? 

La canción, ya desde el estribillo, que ya impacta a los 12 segundos (a los 30 en el vídeo oficial) dice: "Canta conmigo/ Que le jodan al dinero, quiero estar contigo/ Ey, yo estoy enamorao del queso/ Pero prefiero un beso, tu beso (eso es) Pa' mí el éxito es un peso/ Yo prefiero los besos, tus besos." Contrapone dinero (queso, éxito) a amistad (perdida) y amor (los besos, tus besos), a pesar de estar enamorado del dinero… Como bien cuenta Ernesto Castro en su libro, aparece el apropiacionismo cultural, la ironía, nuevos medios de comunicación o el amor bajo el capitalismo tardío. 

Y, sin ser traperas, sino “etiquetadas/estigmatizados” en el tontipop (que autoironizando contraponen con el regueton), el pop alegre y subversivo de Cariño (se autoproclaman influenciadas por Juniper Moon, La Casa Azul y Los Fresones Rebeldes). Ellas sí que explicitan el feminismo (queer) y la lucha de clases en su  contra-versión, contraponiendo monas a mono, la moto Vespino a la limo(u-sina), Carglass a Backlash, la depresión en Casa Cati en lugar de un Ferrari , llorando de bajona en vez de a 180, dando bendiciones al tontipop y Family en lugar del reguetón y Daddy Yankee. 

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Flow partisano

De todas la canciones hasta aquí descritas, esta sería la primera con contenido sociopolítico evidente, de la primera a la última nota y toda su letra, ¡como lo es toda la obra de Tremenda Jauría! Ellxs mismxs se definen en su perfil de bandcamp como “Tremenda Jauría es una manada de perrxs salvajes que aúllan y rugen en pleno corazón de Madriz”. Así, todos sus álbumes y singles (desde Mordiendo -2016- a TODXS IGUAL -2022-) contienen aquello que dicen presentando su último álbum: "la alegría y la rabia de siempre, el rock, punk, reggaeton y la electrónica… Batería y unas canciones orgánicas en las que no falta distorsión en las guitarras ni subgraves en los bajos, con la esperanza siempre en el punto de mira para no perderla. Canciones en las que empujan hacia adelante su propuesta musical y consiguen expandir la misma sin perder el norte".

Así, en el marco de su segundo álbum, Cuentas Pendientes, su primera canción, Flow partisano, es denuncia pura del sistema capitalista heteropatriarcal, destructor de las vidas, especialmente en el sur-sur y en el sur del norte.

Así, estrofa a estrofa, estribillo a estribillo, se describe la resistencia, la lucha, las oposiciones y las luchas, con crudeza, contundencia y valentía: "Arde la paciencia, el drop estalla/ Ruge el subgrave, la piel de gallina/ Gritos de guerra, dopamina/ Flow Partisano bailando en la pista."

Contextualiza unas luchas que arrancan de tiempos pasados y presentes diversos: "El pasado se queja/ Cuesta avanzar, el camino se estrecha/ Crecen las flores abonadas por cuerpos de los que lucharon/ Crecen las flores regadas por sangre de los que pelearon/ Y el grito del pueblo como los Arditi mordiendo las fauces de su mezquindad/Memoria y dignidad/ Y esta noche mi gente sigue de frente y con cuentas pendientes/ Si me apuntas disparo, no hay trato, no fallo. Este es el Flow Partisano/Micros en guardia, late la rabia/ Las tripas de acero, los nervios de punta/ En noches oscuras todo funciona si vamos todas a una."

Mediante la colaboración de Panxo de Zoo, la estrofa central, cantada en su mayor parte en la variante suroriental del catalán hablado en Gandía, sintetiza el mensaje de la canción: "En el beat está el beef, te vuelvo a repetir/ Esta vida te quiere matar/ Flow partisano, baile de rebelión/ Sudando la gota gorda dentro la pista./ Firmando sentencias, Zoo-Politburó.

Porque hacéis daño al oído y la vista/Flow Partisano para someter al enemigo a una tortura/ Que mueva la cintura y el ombligo/ Droga dura, contra la dictadura de los amigos de la cordura, contra la tiranía del olvido.

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La comunidad de la esperanza

Es necesario romper el esquema planteado hasta este momento, dando solo voz a canciones en castellano y catalán. Y si alguien se lo merece es Polly Jean Harvey, su disco The Hope Six Demolition Project y la canción The Community of Hope (la comunidad de la esperanza). PJ Harvey, con una trayectoria discográfica desde 1992 y erigiéndose en icono de la música alternativa, fue en la década de 2010 cuando más se posicionó sociopolíticamente: primero, en 2011, diseccionando la sociedad y tradición inglesa (con el LP Let's England Shake), para después, en 2016, mostrar las vergüenzas demoledoras del capitalismo en todo el mundo. Así, en The Hope Six Demolition Project, desde Washington DC hasta Afganistán, Kosovo, siempre se hacen presentes las desigualdades; desde la primera canción hasta en el corte que cierra el álbum, Dollar, dollar, con un niño pidiendo limosna, acercando su cara al cristal del coche donde viaja PJ en medio de un atasco. 

La canción elegida, The Community Of Hope, en un crescendo musical y lírico, describe diferentes lugares y situaciones sociales del suburbio South Capitol de Washington DC, en medio de autopistas y otras lindezas (“Aquí la autopista hacia la muerte y la destrucción"); la realidad de sus habitantes (“Ahora es solo la ciudad de la droga/solo zombies, pero así es la vida") y sus servicios degradados (“La escuela parece un agujero de mierda/ ¿Te parece un sitio bonito? Aquí está la vieja institución mental/ Ahora la base para la Seguridad Nacional/ Aquí está el Centro de Liberación de Dios"). Así, en el estribillo se denuncia y se describe una esperanza irónica: "En la comunidad de la esperanza/ la comunidad de la esperanza, esperanza, esperanza". Pero es al final  de la canción, con estribillo extenso, cuando en el añadido definitivo, en fade out, se denuncia lo que significará la demolición de esa precaria comunidad de la esperanza, la construcción de un Wallmart, la gran superficie comercial paradigma del consumo exacerbado, bajos precios, malas prácticas laborales. Por tanto: algo muy común, demasiado, y en tantos lugares del mundo: "Y en la comunidad de la esperanza/la comunidad de la esperanza, la comunidad de la esperanza, esperanza, esperanza/ Van a poner un Wallmart aquí  (x3)/ Van a poner un Wallmart aquí/ Van a poner un Wallmart aquí (x3).

Es de total interés escuchar todo el álbum, y son imprescindibles Medicinals, Near The Memorials to Vietnam and Lincoln, River Anacostia, Chain of Keys, The Ministry of Social Affairs (con el percutido e insistente “That's what they want, oh yeah/ Money, honey”) y The Wheel.

La rueda de PJ Harvey sigue y seguirá girando por y para siempre. 

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Alguien tendrá la culpa

En la canción de 2015 tenemos el privilegio de que su autora, la excepcional Christina Rosenvinge, nos la explica en su obra literaria Debut. Cuadernos y canciones (Random House, 2019). Así, en la página 253 nos reproduce el correo electrónico que el 17 de mayo de 2013, envió a su querida Mónica (por entonces, su agente musical) en el que literalmente nos cuenta: "Me he resistido todo lo posible a escribir una canción política, pero al final ha salido una. Espero que no me regañes. Era inevitable con el percal que tenemos alrededor. (…) Cuando volví a Málaga en el autobús, la letra empezó a perfilarse mientras contemplaba los efectos de la especulación urbanística durante el boom. Cientos de casas adosadas a medio construir en urbanizaciones fantasma que han destrozado las laderas de este paisaje tan bonito. Qué tristeza. Ahora resulta que nadie es responsable del desastre. Desde la legalidad se pueden cometer actos tan inmorales o más que desde la ilegalidad. Los depredadores más dañinos están perfectamente integrados en el sistema. En un mundo donde nadie se siente responsable, donde la culpa siempre es de otro, donde cada uno mira por sí mismo y nada más, solo podemos aspirar a limpiar nuestra pequeña parcelita de mugre. Y eso empieza por trazar la línea que separa lo decente de lo indecente y no moverla según se mueven nuestros intereses. La verdad es que no es la primera canción política que escribo, pero sí la primera que tiene un pase. En realidad, es una plantilla. Me gustaría que la gente se la apropie y cambie las frases impares según les haga falta. Es una canción de corrillo. Solo tiene tres acordes, así que cualquier principiante la puede tocar con la guitarra. Si tus niños se la aprenden, que vengan a cantar en el disco."

¡Pues los niños de Mónica se la aprendieron y hacen los coros en el disco! ¿Nos la apropiamos y cambiamos las frases impares?

Porque es tan difícil acabar con el capitalismo heteropatriarcal

Alguien tendrá la culpa

Y no será porque Alternativas económicas explica el porqué, de forma genial

Alguien tendrá la culpa. 

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Ámenme, soy un liberal

Si Christina Rosenvinge, en la canción de 2015, nos contaba que no escribía canciones políticas, en el caso del autor de la canción elegida de 2014 casi todas sus canciones lo son. Incluso sus admirables canciones de amor y desamor. Nacho Vegas desde su primeras canciones en solitario (en el LP de 2001 Actos inexplicables, después de abandonar su primer grupo, Manta Ray) ya hace explícito su compromiso político. Y como se puede leer y escuchar en Ámenme, soy un liberal (la canción escogida para 2014, a pesar de ser del EP Canciones populistas de 2013), se trata de canción protesta, desde la primera letra y nota hasta las últimas, con una ironía y sarcasmo evidente. La letra desmenuza las políticas “públicas” de los Gobiernos españoles desde 2004. Por tanto: los de Rodríguez Zapatero y Rajoy, aunque se retrotrae también hacia González y Aznar. El protagonista,  con su obsesión (supuestamente liberal) por el libre mercado, se autodefine un votante “liberal-progresista”, pero en el crescendo de la canción se hace evidente lo que es (Yo siempre me siento español/ Soy fan de Jiménez Losantos) y, al final supone un retrato de parte del “progresismo sociológico”: "También una vez yo fui joven/ Fui de manifestación/ Hoy gracias al libre mercado/ Me he convertido en librepensador/ Si yo cuando veo "Salvados"/ Me indigno como el que más".

Cabe constatar que este fue uno de los “momentos cumbre” de la fiesta de Alternativas económicas, con el público asistente coreando, con también ironía y sarcasmo, el “Amigos míos: ámenme, soy un liberal”. La fiesta, llegada a este punto, fue cuando desemboco en el pastel de aniversario y los brindis y parlamentos, a cargo del director fundador, Andreu Missé, del nuevo director, Juan Pedro Velázquez-Gaztelu, y de Ariadna Trillas, la presidenta de la cooperativa editora, Alternativas Económicas sccl.

Todo fue acompañado del hit de 2013, que sí confesaron las fundadores de la publicación haber escuchado en el año de su fundación, y que encajaba como broche para el momento de celebración: Get Lucky, de Daft Punk, cantada por Pharrell Williams y con la guitarra de Nile Rodgers, del LP del dúo francés Randon Acces Memories: <<I’m up all night to get lucky>>.  

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Coopera

A pesar de haber escuchado ya en la fiesta el Get lucky de Daft Punk, la canción de 2013 es Coopera, de Orxata Sound System. Toda la canción es explícita, desde la primera nota y letra hasta el final. Cabe señalar que forma parte de la cara B del single L’ESS també balla! [La Economía Social y Solidaria también baila], junto con la cara A de Populares y activas, la primera canción reseñada en este Dossier y escuchada en la fiesta de Alternativas económicas. De hecho, en la cara B se reproduce la versión más cumbiera y jazzista de Coopera, que Orxata Sound System interpretó junto al VLC Elektrik Jazz Collective en el Mey Chen de Benimaclet.

Como tuve la oportunidad de escribir en la revista Cooperació Catalana (en el número 405, de enero de 2017), "Orxata Sound System (a menudo, escrito simplemente Orxata, en homenaje a la bebida homónima) fue un colectivo musical valenciano, nacido el 2003, que mezclaba diferentes estilos de música electrónica con el drum and bass, la electro, el dub o el ragga con el cante de estilo y la música tradicional valenciana; de facto Zoo Posse es la actual banda con buena parte de sus componentes".

Las letras de Orxata Sound System tienen un fuerte componente de crítica social y una cierta perspectiva escéptica: junto con el empleo de la variante valenciana de la lengua catalana, idioma  de expresión, el grup apostó por formas libres y horizontales de distribución y creación, e hizo uso de las licencias de Creative Commons, publicaron su trabajo en redes de intercambio p2p y promovieron la edición de las letras de sus canciones en una página wiki de su web. En su perfil de Facebook se despidieron el 29 de setiembre de 2014, con el siguiente mensaje: «Comenzamos la hibernación, pero no nos vamos, seguiremos en vuestros cuerpos y en vuestros hígados. Muchas, muchas gracias por todo lo que nos habéis dado estos 11 años, sois lo mejor que nos ha pasado (...). ¡Nos vemos en la rave! #RaveMundialIndefinida Como  muy bien  escribió Jordi Bianciotto (El poder de l'Orxata): «Mucha mala baba, a buena parte de la nueva música valenciana; bastante más que a Cataluña, sí, y podemos intuir algunos de los motivos. Y es gratificante la excitación que transmiten grupos como Orxata Sound System, con el que hago ahora un punto y aparte por la originalidad de lo que hacen; una mezcla descarada de electrónica poligonera (reivindican el carácter vanguardista de la ruta del bakalao), el hiphop, cante tradicional valenciano (han colaborado con el atómico Pep Gimeno Botifarra) y ritmos latinos como la cumbia. Todo ello con una fuerte personalidad y canciones poderosas, con textos en los que juegan con el impacto fonético de un valenciano asalvajado, tribal y lleno de diálogos políticos y sexuales a dos voces, las de Jordi Palau y la colombiana Diana de la Torre.".

El 24 de enero de 2013, en plena gira de presentación de su último disco, respondían a Levante:
 

¿Es Orxata Sound System una cooperativa musical? 
El espíritu del cooperativismo es el que más nos representa, en el sentido hiphop del verbo representar. 
Es un movimiento de amor a la humanidad que te da las armas para poder pensar en el futuro de forma positiva y constructiva. Cada vez más gente empieza a entender el trabajo desde esta lógica.

¿Concebís la música sin compromiso?
La música, como todo arte, es política. Tanto por lo que se dice o se hace como por lo que no se dice o no se hace. 
Todos nos comprometemos con alguna cosa o con alguien, ya sea de forma más consciente o menos.

Escuchar "Coopera"

Esta tierra es nuestra (Bonus track)

La fiesta del 10º aniversario de Alternativas económicas continuó. En el número 112 de la revista, el pasado abril, se daba cuenta de ello en una crónica, aunque ahí no se explicaba otro de los momentos de la noche: los muy buenos pasos de baile de la presidenta de la cooperativa, Ariadna Trillas, liderando el baile del Don’t Leave Me This Way, de The Commundars y Sarah Jane Morris. También se pudo oír y bailar otros hits de canción protesta de las décadas de 1980 y 1990, de las escenas pop, rock e indie, de Reino Unido y de EE UU, contraponiendo sus melodías y letras a las políticas neoliberales de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Así, aparecieron (entre otros) The Clash, The Smiths, The Style Council , Pulp a este lado este del Atlántico… y en el oeste, desde el precursor Woody Guthrie hasta Bruce Springsteen, Patti Smith y otros más que podéis escuchar en la lista al final del Dossier. 

Como en su momento nos indicó la irónica y sarcástica Fundación Robo nos encontraremos cortando el Paral·lel de Barcelona o cualquier calle de vuestra ciudad, barrio y pueblo porque Esta tierra es nuestra: 

¡Aquí tienes la Playlist completa!