La precariedad laboral no coge vacaciones
La temporalidad y los contratos con fecha de caducidad a tiempo parcial aumentan en verano
La precariedad laboral en España representa, desde hace años, un rasgo estructural de nuestro mercado de trabajo; una realidad persistente que, lejos de remitir, ha tendido a intensificarse y a abarcar cada vez más ámbitos profesionales y sectores productivos. Si antes se vinculaba fundamentalmente a empleos de baja cualificación en sectores concretos como la agricultura, el comercio, la hostelería, los cuidados y el ocio, hoy en día se ha expandido hacia ocupaciones tradicionalmente consideradas cualificadas. Así, profesiones como la investigación predoctoral, la abogacía, la ingeniería y el periodismo —entre otras muchas— también están marcadas por condiciones laborales precarias, lo que demuestra que la inseguridad y la inestabilidad en el empleo ya no distinguen entre niveles de formación o especialización.
Cabe destacar que la precariedad laboral tiene diferentes aristas y que, cuando nos referimos a ella, estamos hablando de aquellos trabajos con salarios bajos, con una elevada parcialidad involuntaria, con jornadas irregulares, horas extras no pagadas o falta de medidas de seguridad. Son puestos de trabajo...