Una economía con dos caras
La economía colaborativa ha introducido una nueva forma de hacer negocios. A menudo, más que compartir se gana dinero y puede acabar con derechos laborales e ingresos fiscales. Pero las plataformas digitales plantean también una oportunidad inmensa de cambiar la economía y promover el bien común.
Particular compite con profesional
La mayoría de las redes de intercambio tienen poco de social, son sólo otro modo de hacer negocio. Pero la oportunidad es inmensa
Pato o conejo, pero no ambos a la vez
‘SHARING’ tal vez la economía del compartir acabe siendo una economía más tolerable. pero tal vez no sea así
Ciudades en fase de laboratorio
Desde el urbanismo o la arquitectura hasta la informática, la sociología o la política están experimentando para crear las llamadas “ciudades colaborativas”.
¿Ciudades colaborativas?
ETIQUETAS VACÍAS: La nueva economía digital genera dos reacciones opuestas: por una parte, los ciberutópicos consideran Internet como algo emancipatorio, que fomenta la comunicación, la colaboración, el intercambio, y la comunidad. Internet permite la emergencia del consumo colaborativo, de la economía (...)
Economía colaborativa: límites urgentes
Al espíritu joven y casi altruista original ha sucedido una aplastante lógica capitalista. Si no se marcan claramente unas reglas del juego, el fenómeno está abocado al fracaso y a la antipatía de amplios sectores sociales
Poder, desigualdad y oportunidades en la sociedad del siglo XXI
Compartir: La socióloga Monique Dagnaud y la cofundadora de OuiShare, Diana Filippova, debaten sobre lo que motiva a los actores de la economía colaborativa