Una economía con dos caras

La economía colaborativa ha introducido una nueva forma de hacer negocios. A menudo, más que compartir se gana dinero y puede acabar con derechos laborales e ingresos fiscales. Pero las plataformas digitales plantean también una oportunidad inmensa de cambiar la economía y promover el bien común.

Colabora: Ricard Ruiz de QuerolEnrique Benítez PalmaMiguel FerrerRoger Sunyer

Coordina: Ariadna Trillas

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Particular compite con profesional

La mayoría de las redes de intercambio tienen poco de social, son sólo otro modo de hacer negocio. Pero la oportunidad es inmensa

Por Ariadna Trillas

Ciudades en fase de laboratorio

Desde el urbanismo o la arquitectura hasta la informática, la sociología o la política están experimentando para crear las llamadas “ciudades colaborativas”.

Por Mariana Vilnitzky

¿Ciudades colaborativas?

ETIQUETAS VACÍAS: La nueva economía digital genera dos reacciones opuestas: por una parte, los ciberutópicos consideran Internet como algo emancipatorio, que fomenta la comunicación, la colaboración, el intercambio, y la comunidad. Internet permite la emergencia del consumo colaborativo, de la economía (...)

Por Roger Sunyer

Economía colaborativa: límites urgentes

Al espíritu joven y casi altruista original ha sucedido una aplastante lógica capitalista. Si no se marcan claramente unas reglas del juego, el fenómeno está abocado al fracaso y a la antipatía de amplios sectores sociales

Por Enrique Benítez Palma