Aunque la moda rápida se vista de seda... moda se queda
Para que la industria de la moda pueda ser compatible con los límites planetarios, es necesario un cambio del modelo de negocio
Parece que la industria de la moda rápida o fast fashion sigue los pasos del plástico de un solo uso. Como este, lleva décadas abusando de un modelo de negocio basado en externalizar costes sociales y ambientales. Y, como en el caso del plástico, ya no es posible continuar escondiendo su impacto.
En su producción se generan cada año 2.100 millones de toneladas de CO2 equivalente (el 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero) y se usan alrededor de 540 billones de litros de agua y 1.600 millones de toneladas de...