Cooperativismo hasta después de la muerte
Una organización sin ánimo de lucro explora alternativas para evitar que la lógica del beneficio se imponga en los servicios funerarios
El cooperativismo ha avanzado mucho en los últimos años, hasta el punto de que ya es posible vivir con opciones de economía social en casi todos los ámbitos de la vida, desde la escuela hasta el hospital, pasando por la energía, la banca, las telecomunicaciones y la información. Muy pronto alcanzará incluso un terreno ignoto: hasta después de la muerte.
Literalmente: la nueva cooperativa Recer, que está ya en el tramo final de su constitución en Cataluña, se propone ofrecer servicios funerarios y de acompañamiento tras el deceso desde planteamientos de “fraternidad, transparencia y ayuda mutua”, en los antípodas del negocio de la muerte que tanto ha crecido en los últimos años en España.
El proceso de concentración empresarial de funerarias ha creado varios gigantes en un sector que cada vez se guía más por los criterios de maximización de beneficios, como en cualquier otro activo financiero. El líder del sector, Mémora, ahora propiedad del grupo cotizado Catalana Occidente, declaró en 2022 un beneficio neto de 543 millones de euros.
Recer agrupará bajo la fórmula de cooperativa de consumo sin...