Las obsesiones de un personaje inclasificable
“Mis intenciones son acelerar la transición mundial hacia la energía sostenible y ayudar a que la humanidad se transforme en una civilización multiplanetaria, lo que traerá consigo la creación de cientos de miles de empleos y un futuro más inspirador para todos”. Pueden ser unos objetivos tremendamente ambiciosos para el común de los mortales, pero no para un multimillonario con un ego del tamaño de Elon Musk, que así se expresaba en Twitter (hoy X) en 2017, coincidiendo con su integración en un grupo de asesores económicos de Donald Trump, que entonces iniciaba su primer mandato presidencial.
Musk piensa a lo grande; no hay más que ver sus exitosos proyectos empresariales y sus mensajes en las redes sociales. Antes de dar el salto a la política con su apoyo a grupos ultraderechistas, sus obsesiones oscilaban entre la exploración del espacio, el cambio climático, la preservación de la raza humana y el conocimiento del universo. Su biografía contiene otros detalles no tan altruistas, como el maltrato denunciado por una de sus hijas por ser trans, el abuso de drogas y la difusión de teorías conspirativas durante...