Ecologismo radical
El autor acusa a buena parte del movimiento ecologista de sucumbir al reformismo verde
En un libro sin concesiones ya desde el mismo título, Alfredo Apilánez da por hecho que el sistema capitalista es irreformable y que cualquier intento de corrección sirve de poco o de nada, especialmente si se trata de combatir la emergencia climática. Tras confesarse libre, en tanto que outsider, y a la vez buscando rigor en constantes referencias bibliográficas, el autor ahonda en el contraste entre el conocimiento científico sobre la devastación del medio natural derivada de las dinámicas capitalistas y una reacción que ve "pusilánime", cuando no "irresponsable".
Este economista y profesor de ciencias sociales reclama un movimiento ecologista a la ofensiva, en dirección anticapitalista y antiestatista. Para Apilánez, es realista imaginar un mundo sin dinero y una sociedad basada en la "frugalidad voluntaria". Sugiere un camino: ampliar y coordinar las experiencias existentes de autogestión, que concibe como "grietas" en el muro del capital, si bien admite que los obstáculos al crecimiento de estos ensayos son "ciclópeos". En su envite, critica aspectos del decrecentismo y la ecología política, el productivismo de los regímenes comunistas, los ideales ecoleninistas y la renta básica universal.