La crisis financiera no fue solo de las cajas
Una aportación decisiva para comprender los desastres del boom crediticio de principios de siglo
La crisis financiera española no fue un asunto exclusivo de las cajas de ahorros, como han tratado de hacer creer ciertos análisis interesados, sino que también contó con una activa participación de la banca. En los años del boom crediticio, las malas prácticas contagiaron prácticamente a la totalidad del mundo financiero. La quiebra de Banco Popular en 2017, que dejó a cientos de miles de perjudicados, es un buen ejemplo. Igualmente, la deficiente gestión de Bankia acumuló también un ingente número de irregularidades y perjudicados.
Los fiascos del Banco Popular y Bankia han sido estudiados a fondo por el economista Jorge Pérez Ramírez. Los resultados de su investigación ponen al descubierto la escasa fiabilidad de las auditorías, que no detectaron los agujeros patrimoniales de las entidades y permitieron que muchos ahorradores quedaran atrapados. Los perjudicados fueron muchos pequeños inversores. En el Popular, por ejemplo, el 78,57% de los 320.000 accionistas poseían menos de 10.000 títulos cada uno en 2012, cuyo valor máximo era de 3,5 euros por acción. Al final, en 2017 los accionistas de la entidad...