La legislatura acaba con caídas del paro y la ocupación y con un paro muy elevado (aunque menor). El desempleo de larga duración se enquista, los contratos pierden calidad.
Se crean empleos, los precios siguen moderados, suben los índices de confianza y la concesión de créditos para compras... ¿Cómo es posible que el consumo vuelva a sonreír, con los salarios diezmados? La desigualdad explica la paradoja.