La Seguridad Social, sobre la que se asienta el Estado de bienestar, tiembla. De 5.600 millones de superávit ha pasado a un déficit de 16.700 millones en la legislatura de Rajoy. Y no sólo porque aumenta el gasto en pensiones.
Sin reforma laboral, España tendría 400.000 empleos... ¡menos! Lo dice Bruselas, que a la vez alerta del incremento de la pobreza y el riesgo de exclusión que está comportando el aumento de empleos temporales y a tiempo parcial involuntarios.
La legislatura acaba con caídas del paro y la ocupación y con un paro muy elevado (aunque menor). El desempleo de larga duración se enquista, los contratos pierden calidad.
Se crean empleos, los precios siguen moderados, suben los índices de confianza y la concesión de créditos para compras... ¿Cómo es posible que el consumo vuelva a sonreír, con los salarios diezmados? La desigualdad explica la paradoja.