Dejen ya de culpar al feminismo de los contagios

La investigación sobre los orígenes de la pandemia no podía comenzar de peor manera: con prejuicios, judicializada y con el cese de un coronel de la Guardia Civil y lío político, un magnífico cóctel para que no se aclare nada. Resulta que una juez de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, tras admitir la denuncia de un particular a finales de marzo, ha actuado con celeridad en pleno estado de alama para tratar de hallar indicios de responsabilidad en la actuación del delegado del Gobierno en la comunidad madrileña, José Manuel Franco, por permitir las manifestaciones feministas del 8-M, dando de hecho por supuesto que dichas concentraciones han desempeñado un papel importante en el origen de la pandemia, algo improbable aunque algunos portavoces de la extrema derecha y la derecha extrema se empeñen en ello.

Por Sebastián Serrano

Ahora toca vigilar de cerca el virus

El camino hacia la nueva normalidad anunciada debe andarse de la mano de una estricta vigilancia del coronavirus mediante muchos test para detectar nuevos enfermos y el rastreo de sus contactos cada vez que se localiza un infectado. Todo ello para aislar los posibles contagiados mientras el resto de la población mantiene su derecho a moverse. Para hacer ese trabajo se habrá de contratar en España con rapidez a 10.000 o 20.000 personas. Sorprende que los responsables de los diferentes niveles de la sanidad apenas hablen de un tema tan importante para controlar la epidemia. 

Por Sebastián Serrano

Epidemia a la baja, hospitales al límite

Después de que la semana pasada empezase a decrecer en España el número de nuevos infectados por el coronavirus, lo fundamental ha pasado a ser el reforzamiento del sistema sanitario para que pueda resistir las nuevas oleadas de enfermos graves. Luego se tendrá que ver cómo se afronta la compleja vuelta a la normalidad sin perder el control de la epidemia. La lucha será larga.

Por Sebastián Serrano

El virus sube la tensión China-EEUU

Justo en el momento en que la colaboración entre las dos grandes potencias mundiales podría ser clave para frenar el avance del coronavirus, las relaciones entre EEUU y China atraviesan uno de los peores momentos de las últimas décadas. Los líderes de ambos países tratan de tapar los errores cometidos en la gestión de la pandemia con el intercambio de acusaciones, la diseminación de teorías conspirativas y apelaciones al patriotismo. 

Por Juan Pedro Velázquez-Gaztelu