La sanidad privada también llora
Contratar un seguro médico privado no garantiza el acceso rápido a un especialista ni a un tratamiento complejo y caro en caso de enfermedad grave
Si pensaba que pagando un seguro médico privado se salvaba de las listas de espera, la realidad es que no hay tanta salvación. Aunque a veces los tiempos son menores, pueden, por ejemplo, pasar tres meses hasta que consiga recibir un servicio de dermatología o ginecología. Si se trata de un servicio caro, puede que no esté disponible cuando más lo necesite. O que no pueda acceder rápidamente a la mejor de las tecnologías. Y podría ser que cuando se haga mayor y necesite más pruebas o más tratamientos, el seguro le diga que ya no le da el servicio, aunque lleve 20 años pagando. En cualquier caso, resultaría útil pedir a un bufete de abogacía que explique exactamente qué significa la letra pequeña, pues las condiciones no son fáciles de entender.
El anterior no es el análisis de una asociación en defensa de la sanidad pública. Está en el informe Un sistema sanitario en transformación. Los retos del aseguramiento privado en España marzo 2023, realizado por la Cátedra Extraordinaria Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en colaboración con la patronal Alianza de la...