Por qué Europa va tan rezagada en la revolución industrial de la IA
La carrera para controlar las nuevas herramientas tecnológicas se ciñe, por el momento, a un duelo entre EE UU y China
En 1997, el campeón del mundo de ajedrez, Garry Kasparov, pierde una partida frente al ordenador Deep Blue, desarrollado por IBM. En 2015, AlphaGo, propiedad de Google, se convierte en el primer programa informático en vencer a un jugador profesional de Go. En 2022, el lanzamiento de ChatGPT es un rotundo éxito mundial. En enero de 2025, la herramienta de inteligencia artificial china DeepSeek da un vuelco a la situación. ¿Y qué hace Europa? Parece estar viendo pasar los trenes de lo que tiene toda la pinta de ser una revolución industrial y tecnológica.
“Es la primera vez en la historia económica contemporánea que Europa está en la periferia”, dictamina Cecilia Rikap, economista del University College London.
“Hoy, gracias a la IA, estamos industrializando la prestación intelectual y, por tanto, se plantea el problema de quién va a poseer las máquinas-herramientas de esa revolución”, afirma Quentin Adam, directivo de Clever Cloud, un operador de servicios en la nube.
Aparentemente, la carrera tecnológica de las grandes potencias económicas para controlar esas herramientas se resume en un duelo...